Cómo las empresas socialmente responsables ayudan en el combate de la pobreza en México

Cómo las empresas socialmente responsables ayudan en el combate de la pobreza en México

¿Qué pueden hacer las empresas para impulsar la lucha contra la pobreza? ¡Te decimos!

La época en la que se planteaba si las empresas podían hacer algo ante el reto de la pobreza, y desde las organizaciones sociales se las miraba con recelo, ha quedado atrás. Hoy día la premisa está cada vez más clara:

Las empresas tienen un rol importante en la lucha contra la pobreza.

De manera creciente la sociedad espera y pide al sector empresarial que se implique y participe a través de actitudes sociales y medioambientalmente responsables. Muestra de ellos son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Consensuados por Naciones Unidas, cientos de estados y organizaciones se implicaron en el desarrollo global, para poner de manifiesto que lograr un mundo más sostenible y equitativo pasa por una colaboración más activa de la empresa en los retos que enfrenta la humanidad. Su rol implica acciones muy variadas entre las que, como se verá, los negocios inclusivos pueden ocupar un lugar importante por potencial de atender retos sociales con dinámicas empresariales.

¿Y cómo se lleva a cabo la colaboración empresarial?

La colaboración de la empresa en el desarrollo se puede plantear desde tres ejes:

  1. Desde la actividad empresarial: A través de su manera de hacer negocios, sus productos y servicios, su cadena de valor, sus prácticas de producción, aprovisionamiento o empleo.
  2. Desde la acción social: Con inversiones en desarrollo que pueden estar más o menos relacionadas con la actividad de la empresa.
  3. Desde el lobby y la sensibilización: Posicionándose ante problemas sociales y promoviendo la movilización para llegar a cambios legales, institucionales u otros.

La fórmula más tradicional por la que la empresa busca contribuir a objetivos sociales es la acción social, abarcando desde donaciones puntuales, hasta programas sociales más estratégicos.

No obstante, se reconoce cada vez más la importancia de la capacidad que la empresa tiene de incidir en las dinámicas del desarrollo desde su propia actividad empresarial.

La empresa, por su propia naturaleza, repercute en aspectos fundamentales del bienestar social.Sus inversiones, operaciones y cadenas de valor impactan en:

  • Generación de empleo.
  • Desarrollo de capital humano.
  • Transferencia de tecnologías.
  • Construcción de infraestructuras.
  • Creación y distribución de productos y servicios para los consumidores.

Sin embargo, el impacto en estos factores no siempre es positivo y beneficioso para la sociedad. Es entonces cuando a la empresa se le pide que de un paso adelante para identificar qué impactos negativos tiene su actividad, para minimizarlos, y qué impactos positivos podría generar si actuase bajo un modelo y planteamiento de acción distinto, incorporando criterios de sostenibilidad y beneficio social. Asimismo, la empresa puede dar un paso más allá de su negocio convencional e impulsar de manera explícita nuevas actividades empresariales que buscan generar, al mismo tiempo, beneficios sociales determinados, al tiempo que obtiene beneficios económicos.

¿Es posible generar beneficios económicos y beneficios sociales al mismo tiempo?

Estudios y experiencias nos muestran que sí es posible. Por lo pronto, integrando el principio de “Shared Value” (valor compartido):

El principio de “Shared Value” de Porter y Kramer implica la creación de valor económico de tal manera que también se cree valor para la sociedad, al abordar las necesidades, desafíos y aspiraciones que dicha sociedad plantea.

La creación de valor compartido busca aprovechar los recursos y experiencia de la empresa para crear valor económico a través de la creación de valor social, maximizando la competitividad y la productividad de la empresa.

Es decir, el valor compartido o Shared Value es una forma de gestión de la empresa orientada a la creación de valor para todos los involucrados y no solo para el empresario y accionista. Las empresas redefinen sus productos y cadenas de valor para satisfacer necesidades sociales y a su vez, generar mayores ingresos. En este sentido, se plantea el círculo virtuoso empresa – sociedad que genera incrementos de competitividad de la empresa a la vez que se mejoran las condiciones económicas y sociales de las comunidades.

Cadena de impactos positivos económicos y sociales

Inicio: la empresa impulsa las tecnologías en sus procesos.
Impacto final: se generan nuevos puestos de trabajo.

En la creación de valor compartido tiene sentido, y es fundamental, añadir criterios de responsabilidad y justicia.

Dicho lo anterior, en la práctica, la contribución de la empresa es clave y necesaria desde los tres ejes mencionados:

Los cambios desde la actividad de negocio se necesitan para cambiar dinámicas y sistemas económicos, a la vez que la filantropía es fundamental para complementar y llegar a áreas sociales que por ejemplo no están directamente relacionadas con la actividad empresarial (como la educación), y la capacidad de movilizar y sensibilizar es necesaria para influir en políticas, y percepciones y estructuras sociales.

A su vez, vemos que muchas veces estos tres ejes están conectados, de manera que apoyar programas de educación y sanidad en una comunidad agrícola revierte en mano de obra local más cualificada y cadenas de suministro agrícola más preparadas para atender la demanda y los clientes.

La empresa tiene por tanto capacidad de impactar desde múltiples vertientes y en múltiples vertientes, y esta capacidad y potencial se reconoce ahora más que nunca y se sitúa como clave para abordar el mayor plan global de lucha contra la pobreza que se ha planteado nunca: los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

¿Y cual es el papel de la empresa respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

La Agenda 2030 se concibe considerando a la empresa como uno de los agentes clave para su consecución. Esto se desprende de varios aspectos:

  1. Principio de Universalidad, que establece que los Objetivos de Desarrollo Sostenible afectan e implican a todos los países, ricos y pobres, y a todos los actores, públicos, privados y civiles.
  2. Temática específica de un grupo de ODS, clara y directamente vinculada a la actividad empresarial. Fundamentalmente:
    Objetivo 8. Trabajo decente y crecimiento económico.
    Objetivo 9. Industria, innovación e infraestructura.
  3. Concepción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como sistema de objetivos interconectados, que implica que directa o indirectamente la actividad empresarial impacta en todos los objetivos, y tiene por tanto responsabilidad y capacidad para aportar también en todos los objetivos, no sólo los relacionados con el mercado laboral y la productividad, sino también con el cambio climático, la igualdad o la lucha contra el hambre.

Pero el marco de los ODS va más allá de simplemente involucrar a la empresa. Le echa una mano dándole pautas sobre cómo hacerlo estableciendo que únicamente a través de la colaboración entre actores se puede abordar el reto de la pobreza y del conjunto de la Agenda 2030.

¿Y cómo se lleva a cabo la colaboración con otros actores?

Para que la contribución de la empresa sea efectiva es necesaria la colaboración con organizaciones especializadas que le ayuden a entender y analizar las necesidades sociales que quiere abordar.

Las alianzas con las entidades sociales son críticas para identificar vías de intervención adecuadas. Las alianzas con el sector público también son una vía de acción cuando de la colaboración empresarial se derivan beneficios claros para la sociedad. Así, las Alianzas Público – Privadas constituyen una herramienta que puede resultar tremendamente útil para promover una contribución más proactiva del sector privado para atender los retos de desarrollo de un determinado contexto.

Además, las alianzas con las entidades sociales impulsan los compromisos más allá de los impactos tradicionales como el crecimiento económico, la creación de empleo y la provisión de bienes y servicios, hasta acciones que buscan crear valor compartido e impactan en el desarrollo a través de fórmulas más sostenibles, como son los modelos de negocio inclusivos.

Fuente: https://www.expoknews.com

Otras Fuentes

Escribir Comentario

<