Las becas de Santander Universidades en cuatro historias: progreso social y crecimiento sostenible

Las becas de Santander Universidades en cuatro historias: progreso social y crecimiento sostenible

Los programas de ayuda al estudio, de mejora de la empleabilidad y de impulso del emprendimiento del Grupo Santander están desarrollados en torno a cuatro pilares básicos: igualdad de oportunidades, inclusión, progreso social y crecimiento sostenible.

ENCLAVE ODS conversa con algunos de los beneficiarios de un enorme programa de ayudas de este tipo, que cumple ahora 25 años: Santander Universidades. La iniciativa del banco español contó en 2020 con hasta 110 millones de euros de inversión en ayudas al estudio y mejoras de la empleabilidad y el emprendimiento.

Las conversaciones sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) siempre hacen referencia en algún momento a la importancia de la formación. Por ello, es útil conocer de primera mano cuáles son las opciones y posibilidades de la acción social del área educativa de esta compañía.

Anxo Fernández (Santiago de Compostela, 1994) descuelga alegremente el teléfono por la tarde al llegar a casa. Ahora es psicólogo residente del Hospital de Pontevedra con un contrato especial -de al menos cuatro años-, y cuenta cómo siempre fue vocacional su interés por ayudar a personas con problemas emocionales.

Los programas de ayuda al estudio del Grupo Santander están basados en la igualdad de oportunidades, inclusión y crecimiento sostenible

«Lo más común que atendemos en mi hospital son depresiones, problemas de ansiedad y trastornos adaptativos. Trabajamos en la parte emocional, que incluye la gestión de las emociones, de los pensamientos y las conductas”, cuenta. Se refiere a la crisis sanitaria reciente y al aumento de casos de problemas en Infantojuvenil tras la pandemia.

Fernández estudió su grado de Psicología en la Universidad de Santiago de Compostela (USC) con el esfuerzo de sus padres, pero la condición habilitante para ejercer como psicólogo implicaba estudiar un máster. La posibilidad de hacerlo en Madrid fue gracias a una beca de Fundación Universia para familiares de empleados.

En paralelo, este psicólogo aplicó y trabajó durante unos meses como parte del equipo de la fundación, ayudando a otras personas con discapacidad, al igual que él, a integrarse en el ámbito laboral.

Recientemente, consiguió el cuarto puesto en toda España en la cuota de personas con discapacidad del examen PIR. «Yo siempre lo digo: hay que mirar todas las opciones, porque puedes encontrar una que te ayude», explica Fernández.

Safae El Batioui (Marruecos, 1995) habla con ENCLAVE ODS desde París. En su caso, con mucha humildad, dice que no se considera matemática, aunque tiene claro que su teorema favorito es el de Fermat. Siempre tuvo pasión por los números y apenas tenía que estudiar para sacar un diez en Matemáticas «sin estudiar mucho», admite.

«Me gusta la lógica, el reto de tener que resolver un problema, encontrar la solución a una derivada, por ejemplo», cuenta El Batioui riéndose. Y añade que «es verdad que la carrera no tiene nada que ver con las mates de bachillerato, son todo teoremas». Y confirma que utilizaba más apuntes que la propia calculadora.

El Batioui recuerda una noche clave en su vida: «Por 2017, no eran conocidas aún estas becas y en la misma semana contactaron conmigo por LinkedIn para hablarme de las del Santander y también desde otra empresa para ofrecerme un contrato normal».

Le dijeron que encajaba con las becas, «y yo que estaba en una situación económica complicada, pasé una noche sin dormir porque tenía que tomar una decisión», reconoce.

Esta joven llegó a Madrid en 2007 con 12 años y sin apenas recursos. «Provengo de una familia humilde, de lo cual se aprende mucho», asegura.

Su beca, de abril de 2018 a abril 2019, le permitió «trabajar con el equipo de riesgos de mercados y aprender mucho con ellos, apoyar en las tareas de ejecución, dar ideas, proyectos con IT, y de todo». Ahora, tras una estancia de verano ha conseguido trasladarse a la capital gala y va a colaborar con Santander Consumer Finance en París.

Baltasar López (Sabadell, 1986) responde desde Sardañola del Vallés. Desde allí, habla de su pueblo: “El parque tecnológico antes era una zona vacacional por el acueducto y los yacimientos, pero desde los 60 –con el boom– hubo un crecimiento muy grande”.

López estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) entre 2004 y 2010. Para conocer opciones de cara a su futuro académico, se dirigió al servicio de promoción económica de su pueblo a pedir asesoramiento sobre la promoción de una empresa que quería montar con el nombre Millor Battery.

El premio Yuzz 2016 –después llamado Explorer– le impulsó definitivamente en su proyecto de tecnología modular para fabricar baterías a medida con tiempos muy reducidos.

«No iba persiguiendo premios, pero me parecía interesante el tema de la formación gratuita para los participantes. En estos programas vienen expertos para dar formaciones en materias financieras y de contabilidad y marketing. Como mi formación de base es de ingeniero, me venía bien», explica.

Gracias al programa, tuvo la opción de ir a Silicon Valley, donde pudo coger algunas ideas y cambiar de perspectiva. “Por ejemplo, respecto a pensar a nivel internacional desde el principio, tener todo en inglés, las homologaciones y registros de marcas y también hacer algo superlativo, ofrecer algo realmente excepcional…”, reconoce.

«No iba persiguiendo premios, pero me parecía interesante el tema de la formación gratuita para los participantes», explica López

Muy pronto este ingeniero fundó Enchufing, otra startup, una empresa de servicios para crear puntos de recarga de coches eléctricos. Y ahora está trabajando en Baltasar, el primer coche eléctrico del mundo track day para correr en pista. “Igual que existen las bicis de montaña o las motos según actividad, es imprescindible que haya coches de este tipo”, asegura.

Para Julia López (Cádiz, 1994), pasar por un programa formativo corto le cambió la vida. Trabajaba en el sector de la hostelería, pero gracias a una beca de las 25 que Santander ofertó con Ironhack pudo tener acceso a otro tipo de actividad laboral.

No puede imaginarse cómo sería su vida si no hubiera cursado esta iniciativa para aprender programación y uso de datos. Cuenta que «después de 9 semanas, poco tiempo, pero intenso, a menos de un mes, me llamaron para hacer entrevistas como programadora».

Sólo en 2020 se ha destinado a Santander Universidades hasta 110 millones de euros en sólo 2020

Añade que, aunque no tenía ninguna base de programación en Java ni sabía lo que era SQL, aprendió mucho en el curso sobre back y front. Ahora cuenta que «está en un equipo técnico de soporte de nivel N1 y puedo tener mi sueldo y vivir en Madrid”.

La vida profesional es un ciclo constante y las circunstancias individuales son muy diversas y cambiantes. Independientemente del perfil es siempre un trabajo constante formarse y cultivar el talento.

En el programa Santander Universidades se pueden encontrar diferentes modalidades de becas, un apoyo extra que puede ser clave para contribuir al progreso y la inclusión sea cual sea el caso.

Por Rubén Fernández-Costa

Fuente: https://www.elespanol.com/

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