‘Los Papeles de Panamá’ en clave ética y de transparencia

‘Los Papeles de Panamá’ en clave ética y de transparencia

El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) hacía público el pasado domingo una filtración de documentos confidenciales procedentes de un bufete panameño, Mossack Fonseca, especializado en constituir empresas pantalla, que utilizaban empresarios, políticos, actores o futbolistas, entre otros, para evadir impuestos de sus países de origen.
Según los ‘Papeles de Panamá’, hasta doce jefes de Estado o primeros ministros, 128 políticos, 61 familiares o socios cercanos a líderes políticos, figuran en los más de 11 millones de documentos filtrados, en los que aparecerían 2.000 españoles, 1.200 sociedades, 558 accionistas, 166 clientes intermediarios y 89 beneficiarios con sede postal en España. El comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Pierre Moscovici, aseguraba en una entrevista a la radio luxemburguesa RTL, que «los ‘Papeles de Panamá’ son una excelente noticia porque nos da las armas políticas para decir ‘ya es suficiente’ contra la evasión fiscal”.

Corresponsables ha pulsado la opinión de expertos en transparencia, fiscalidad y ética. Así, en declaraciones a la pyme editorial, Jesús Lizcano, presidente de Transparencia Internacional España, reconoce que los ‘Papeles de Panamá’ “tienen una parte negativa porque una sola empresa ha sido capaz de ayudar a crear más de 200.000 empresas offshore (empresas que se constituyen en otro país diferente al que se opera). Lo positivo, es que haya aflorado la información y es el mejor antídoto contra la corrupción”.

Para Lizcano, que también es catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, “es clave cambiar las normas internacionales y que haya voluntad política, por ejemplo en el G20, para prohibir este tipo de empresas”. Además, indica que “es necesario erradicar el secreto bancario para acabar con los paraísos fiscales y que no se pueda evadir dinero, que muchas veces viene del tráfico de armas o de drogas”. Lizcano confía que el convenio de doble imposición que España y Panamá firmaron en 2011 permita investigar si ha habido delitos fiscales al no tributar previamente en España.

IMPACTO GLOBAL

“Los 11 millones de documentos que han aflorado los ‘Papeles de Panamá’, a través del El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, superan con creces los papeles de Edward Snowden”, recuerda José Luis Fernández Fernández, Catedrático de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (ICADE) y director de la Cátedra de Ética Económica y Empresarial, para poner en magnitud la revelación.

Fernández Fernández recuerda que una sociedad offshore “no es ilegal en sí misma, pero si se crean para no pagar impuestos en el país de origen, sí que se convierten en ilegales. Por eso la legalidad y la ética no son la misma cosa. No puede ser que los ciudadanos de cualquier país paguen sus impuestos como les toca y que unos privilegiados no”.

El director de la Cátedra de Ética Económica y Empresarial ensalza el papel del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) que han desvelado los ‘Papeles de Panamá’: “Es un ejemplo de libro como los profesionales, en este caso, un grupo de periodistas internacionales, se unen por el bien común global y además de que la prensa pueda vender más periódicos o ganar en visitas a sus diarios online, traten de construir un mundo más transparente, buscando una sociedad más justa”.

Para Fernández Fernández “es imprescindible, además de sacar los colores a los implicados, barrer y limpiar a los que se han visto involucrados, sean políticos, empresarios, deportistas o artistas”.

Por su parte, Orencio Vázquez, coordinador del Observatorio de RSC, “los ‘Papeles de Panamá’ es un caso más de una serie desencadenada de escándalos que se suceden en el tiempo y que tienen como eje un territorio considerado paraíso fiscal. El año 2014 se cerró con el escándalo ‘’LuxLeaks’’ que sirvió para constatar el carácter generalizado de la evasión y la elusión de impuestos por parte de las grandes compañías multinacionales, a través de entramados societarios que involucran paraísos fiscales. A principios de 2015, la emergencia del caso’’Swissleaks’’ reforzó la hipótesis de que el entramado luxemburgués no se trataba ni mucho menos de un ente aislado”.

Para Vázquez “estos escándalos no hacen más que mostrar un fragmento del inmenso entramado para la evasión y la elusión fiscal que constituyen las normativas de diversos países. Hay cientos de empresas implicadas en los casos, entre ellas multinacionales tan conocidas como Pepsi, Disney, IKEA, Amadeus o Amazon. Como colaboradores necesarios, aparecen las grandes firmas de auditoría a nivel mundial, creadores de los esquemas que permitieron el desvío de beneficios hacia Luxemburgo, despachos de abogados, como en el caso de Panamá, y la gran banca. Todos ellos son cooperadores necesarios”. No obstante, el coordinador del Observatorio de RSC apunta que “sin embargo, asistimos atónitos como los perseguidos son los denunciantes de estos hechos: Alain Deltour, auditor de PwC identificado como máximo responsable de la filtración de documentos al ICIJ, fue acusado por la justicia luxemburguesa de robo, violación del secreto profesional, violación de secretos comerciales y acceso ilegal a bases de datos. Falciani se encuentra huido de la justicia y Jean Claude Juncker continúa como presidente de la Comisión Europea”.

José Ángel Moreno, Coordinador de Dossieres EsF de Economistas Sin Fronteras, recuerda también que las empresas offshore no son ilegales: “Hay que ver para qué se han creado en Panamá y que el país colabore con la Hacienda española para esclarecer para qué se han establecido allí estas empresas”. Moreno indica que es necesario comprobar si las entidades financieras han ayudado a crear allí estas empresas con recomendaciones a sus clientes. “Lo positivo de estos escándalos es que se ha puesto de manifiesto que hay una sensibilidad global a denunciarlos, que hace años no existía”, concluye.

Y es que como indica José Luis Fernández Fernández “para controlar hay que convencer a la gente de que estas prácticas están son ilegales y están mal y para controlar hay que dar respuestas globales”.

Por Pablo Martín

Fuente: http://www.corresponsables.com/

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