Moda limpia, ¿un oxímoron?

Moda limpia, ¿un oxímoron?

Oxímoron: combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como en ‘un silencio atronador’. ¿Sirve este recurso literario para describir la moda?

Oxímoron une los lexemas ὀξύς (oxýs: agudo, punzante) y μωρός (morós: fofo, romo, tonto). Por tanto, él mismo es un oxímoron. Dado que el sentido literal de oxímoron es opuesto, ‘absurdo’ (por ejemplo, “un instante eterno”), se fuerza al lector o al interlocutor a comprender el sentido metafórico.

Los que acostumbráis a leer mis reflexiones ya sabéis que me gusta bastante detenerme en el significado de las palabras. Cuando estudie filosofía se me quedo una tatuada: oxímoron. No sólo por la belleza del término en sí, y por su rareza la primera vez que lo escuchaba. Sino por el contexto en el que surgió: para definir la ética empresarial.

Obviamente Jesús Conill, mi maestro en esta disciplina, buscaba precisamente la reacción contraria: demostrar que, por mucho que en pleno desarrollo de la globalización y el capitalismo muchos se afanaran en definir la ética empresarial como eso, como un “silencio atronador”, un “instante eterno” o algo “punzante y fofo a la vez”, no era así, y la ética empresarial no era una metáfora literaria.

Recuerdo que escribí la definición en un pos-it amarillo, y lo pegue en el corcho delante de mi mesa, donde estuvo acompañándome toda la carrera.

Desgraciadamente, así como en la ética empresarial pronto descubrí que no pertenecía a la especie de los oxímoron, la moda limpia se me sigue resistiendo para sacarla del mismo cajón.

No es la primera vez que escribo sobre este tema, porque me preocupa y ocupa constantemente, y sobre todo porque la gente cercana a mí que sabe a lo que me dedico, suelen preguntarme dónde comprar esto o aquello, para poder consumir con conciencia, y sin mal de conciencia.

Pero es que desgraciadamente a día de hoy, sigue siendo complicado vestirse sin manchas de sangre. Y sí, me pongo “gore”, porque aunque nos duela, y miremos para otro lado, esta es la realidad.

Ahora bien, volviendo al cajón de los oxímoron, no querría quedarme con la moda limpia metida en él. Porque no sería tampoco justa con una enorme cantidad de empresarios/as que están revolucionando el mundo de la moda con conciencia.

La cruz es obvia: es prácticamente imposible vestirse en grandes cadenas de distribución, las tiendas a las que estamos acostumbrados, con amplios horarios, céntricas, cómodas, a mano, con total confianza de que esas prendas se han confeccionado con criterios éticos, justos y razonables.

La cara, pasa como en tantas otras cosas por la conciencia slow, que ha llegado a la comida (slow food) y también a la moda (slow fashion). ¿Qué quiero decir con esto? Que para consumir moda con conciencia hay que salir de los circuitos habituales, tomarnos un tiempo, y buscar alternativas, que poco a poco van sacando a la moda limpia de ese cajón oscuro.

En otro artículo hablaba de las excusas que solemos ponernos para no salir de este circuito (Vid. Mi consumo ¿es sucio e injusto?). Sí, quizá sea más caro que a lo que estamos acostumbrados, más difícil de encontrar o haya menos variedad, pero sin duda, merece la pena hacer un esfuerzo. En este segundo artículo quiero contribuir a eliminar una de ellas: la falta de alternativas y de información.

Primero os voy a dar un consejo que yo utilizo, y que comparto con varias personas dedicadas al mundo slow fashion: La mejor prenda es la que ya está en el circuito. Esto es: reciclar, compartir moda con amigas, comprar prendas de segunda mano, darle una segunda vida customizando o cambiando las prendas ya existentes. El menor impacto siempre es el no comprar una prenda nueva.

Y segundo, os dejo un pequeño glosario de iniciativas que están demostrando con su ejemplo que la moda limpia no es un oxímoron.

– Fox Fibre: productores de algodón natural, con una enorme oferta para diseñadores y tejedores de la mejor materia prima con una elaboración y fabricación libre de productos químicos o sintéticos.

– Jeanlogia: Sólo en el proceso de lavado de un vaquero, el que le da el aspecto de desgastado que tanto nos gusta, se gastan 70 litros de agua y se usan 150 kg de químicos. Además, los procesos que se usan para hacerlo son muy perjudiciales para los operarios. Todos hemos oído hablar del sandblasting, la degradación por arena que provoca enfermedades a los trabajadores, o el lijado manual (Vid. El peligro de las modas: el sandblasting).

Pero, ¿cuál es la alternativa? Jeanlogia, una empresa valenciana, ha desarrollado unas innovadoras técnicas con láser, ozono o microburbujas, más sostenibles y seguras para los operarios. Lewis o Jack and Jones son algunas de las firmas que usan esta tecnología.

– Jabones Beltrán: Tan importante como los productos químicos usados en la confección de la prenda es el cuidado posterior de la misma. Jabones Beltrán, una empresa tradicional de Castellón, ha desarrollado una línea ecológica para el cuidado de la ropa y el hogar: Biobel.

– Uma de Luma: Estos trajes sostenibles para ejecutivos, camisas, etc. demuestran que hoy ya es posible vestirse para todas las ocasiones de manera limpia.

– Source 4 style: Una iniciativa que conecta los mejores curtidores del mundo con diseñadores. Una red de proveedores que permite un abastecimiento global de calidad, ético y de confianza.

– Ofsset Warehouse: Telas, adornos, artículos de mercería y pinturas éticas. Cada producto va acompañado de una descripción detallada que explica exactamente los criterios para ser considerado ético.

– People tree: Que te veas bien y te sientas bien sabiendo que tu prenda de vestir se hizo con respeto al planeta. Ese es el lema de esta marca que utiliza algodón 100% orgánico en sus prendas y todos los productos elaborados con criterios de comercio justo. La actriz Enma Watson se ha convertido en su principal abanderada.

– Kuyichi: Tras su experiencia con el café orgánico y de comercio justo, esta ONG se inicia en el año 2000 en la industria del algodón orgánico, sobre todo para la confección de denim y jeans.

– Tytii: Esta empresa elabora originales bolsos hechos con cinturones de avión reciclados.

– Maiyet: Una marca de lujo que ofrece detalles realizados a mano por artesanos de todo el mundo. Un concepto de lujo sostenible que puede resultar de entrada algo extraño, pero muy interesante. Moda ética no significa renunciar al lujo o a las joyas.

– IOWeYouProject: Firma española que narra en el etiquetado de la ropa y a través de la web (mediante código bidi) la historia de cada una de sus prendas.

– Olsen Haus Pure Vegan: Fundada por Elizabeth Olsen en 2008 en Nueva York, una defensora contra el uso de animales para la alimentación, la moda, la experimentación y el entretenimiento. Una de las pocas firmas de moda vegana.

– United by blue: Por cada producto vendido, esta empresa elimina una libra de basura de los océanos y vías fluviales.

– Tom shoes: Esta empresa destina parte de sus ganancias a paliar la pobreza infantil.

– The Ropantic Show: Esta firma española organiza jornadas de intercambio de prendas, talleres para hacer tu propia ropa, etc.

– We are Knitters: A pesar del nombre, es una empresa española fanática del ganchillo en todas las prendas. En la web se puede encontrar información sobre sus proveedores, algo poco habitual.

– Ecoluxe London: Iniciativa de una española afincada en Londres. Como su propio nombre indica, de nuevo lujo y ecología y sostenibilidad no están reñidos.

– Proyecto 333: Este proyecto propone minimalismo en tu armario. Tres meses con 33 prendas, ¿aceptas el reto?

Por Carmen Martí

Fuente: http://www.compromisoempresarial.com/

Otras Fuentes
Categorias: Internacional, Noticias

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