10 reglas de oro para pymes que inician en la RSE

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) abandonan sus esfuerzos de responsabilidad social (RSE) con mayor frecuencia que los grandes corporativos, debido a que su primera prioridad es sobrevivir, de acuerdo con un informe de Forética.

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Incluso entre las más pequeñas, la tasa de abandono es seis veces superior (18%) que entre las medianas y grandes compañías (3%), según las estadísticas obtenidas por la organización en el contexto de la reciente crisis en ese país.

Esto dio paso a que Forética elaborara tres decálogos para ayudar a las pymes interesadas en adentrarse al mundo de la responsabilidad social. Aquí consignamos el primero de ellos, que pretende apoyar a las pymes para construir su primer plan de responsabilidad social. Los otros dos se tratan de guías para elaborar el primer informe de RSE y para diseñar su estrategia de marca responsable y web 2.0.
1. Toda empresa es responsable hasta que se demuestre lo contrario
Independientemente de su tamaño, toda empresa puede presumir de algunas buenas prácticas; el punto es dar ese primer paso desde la responsabilidad per se a la integración de la RSE en la pyme. Esto se logra a través de un proceso sistemático de autodignóstico apoyado en marcos y modelos de RSE. Desde el cuestionario para obtener el Distintivo ESR hasta la guía ISO 26000 funcionan como herramienta de autodiagnóstico aunque si se quiere empezar con algo más sencillo pueden utilizarse estas dos herramientas, que aunque son españolas están pensadas exclusivamente para pymes: el Cuestionario de Autodiagnóstico de RSE-D, de la Fundación ONCE, y la Herramienta
Dircom2R (http://2r.dircom.org/documentos), de la Asociación Española de Directivos de Comunicación.
2. El tamaño sí importa
Una pyme no es una gran empresa y por lo tanto no se le pueden aplicar modelos de gestión diseñados para corporaciones multinacionales, incluso la Comisión Europea reconoció en su  Estrategia Renovada de la UE para 2011-2014 sobre la responsabilidad social de las empresas, el carácter diferencial de las pymes ante la RSE.
3. Sin reglas no hay paraíso
Toda empresa responsable debe tener sus propios valores y principios plasmados en su Código de ética o de conducta. Los pilares para construir una planificación estratégica responsable son la misión, la visión y los valores; esto evitará que las decisiones al interior de la empresa se determinen por la vorágine del día a día y permitirá enfocar estratégicamente el negocio con una óptica de largo plazo.
4. Regla de las 3 “E”: escuchar, escuchar y escuchar
Una de las principales claves de la RSE es dialogar con los grupos de interés: todos aquellos quienes se vean más directamente afectados por las actividades de la empresa. Aunque es probablemente el paso más complicado para incorporar la RSE en la empresa, tiene sus recompensas. Además de cumplir con los marcos legales y regulatorios y atender a los clientes o consumidores, una pyme debe abrir oídos a sus empleados, OSC, medios de comunicación, proveedores e incluso competidores. Todos estos interlocutores deben disponer de cauces abiertos de comunicación con la empresa, ya sea a través del intercambio directo de opiniones, correo electrónico, número telefónico, redes sociales, reuniones con proveedores, etc.
5. Dar un paso al frente
En todas las empresas, incluidas las pymes, el éxito de una gestión sostenible reside en todo momento en las manos de su máximo responsable. No se puede implementar una estrategia de RSE sin el apoyo de la Dirección, por ello es preciso que el máximo representante de la empresa dé un simbólico paso al frente con una manifestación pública del compromiso de la empresa con el desarrollo sostenible. Existen numerosas iniciativas para impulsar, guiar y acompañar a la pyme en la manifestación de ese compromiso, como el Pacto Mundial de Naciones Unidas.
6. Responsabilidad empieza con “R” de rentabilidad
La primera responsabilidad de una empresa es ser rentable y económicamente sostenible, sin embargo no es la única. Además de sus impactos financieros debe revisar sus políticas estratégicas así como los asuntos relevantes para sus grupos de interés y diseñar una estrategia de mejora responsable formalizando los objetivos que quiere alcanzar, la forma en que prevé conseguirlos, los plazos que se establece para ello y los recursos que pondrá en juego para lograrlo.
7. El movimiento se demuestra andando
El proceso de integración de la RSE en la empresa es progresivo, complejo y requiere de un plan, una estructura de actuaciones, una hoja de ruta y un sistema de gestión. Lo adecuado es plantear un proceso cíclico de mejora continua que permita materializar los cambios de manera gradual, controlable, medible y comparable, como lo establece la Guía de aprendizaje sobre la implementación de RSE en pymes, del Fondo ultilateral de Inversiones (Fomin) y la Fundación Ecodes.
8. Es tarea de todos
Todas las personas que integran la empresa tienen un papel en el desarrollo e implantación de las políticas de RSE. Cada uno a su nivel y dependiendo de la función que desempeñe.
9. Certificar o no certificar
Aunque la certificación de un sistema de gestión supone ventajas para una organización de cualquier tipo o tamaño, para una pyme en particular puede significar altos costos humanos y materiales, vinculados al mantenimiento de auditorías anuales. En el caso de la RSE nos encontramos todavía más con iniciativas que abordan aspectos específicos englobados dentro del concepto de la RSE -como la norma SA 8000 de gestión de personas, la ISO 14001 de medio ambiente o la norma OSHAS 18001 de riesgos laborales- que con sistemas certificables en RSE, un ejemplo de estos es la norma SGE 21, que publicó Forética en el 2000 como el primer estándar para la implementación y certificación de un sistema de gestión de la RSE. A esto se sumó el lanzamiento en 2010 de la ISO 26000, cuyo propósito NO es ser certificable pero dio paso a la proliferación de estándares privados por parte de entidades certificadoras y algunas otras.
Además, cada vez más aumenta la presión para demostrar un comportamiento ético acorde con los estándares internacionales incluso para las pymes, que muchas veces son obligadas a contar con cierta certificación cuando buscan obtener o mantener un contrato como proveedoras. Por todo ello, certificar o no certificar es una decisión que toca a cada empresa.
10. La unión hace el cambio
Para contribuir de manera aún más eficaz al desarrollo sostenible, se recomienda que la empresa difunda sus valores, sus políticas y sus buenas prácticas; el involucramiento de las pymes en la difusión de la RSE permite contribuir eficazmente al desarrollo sostenible (local y global), satisfacer las expectativas de los grupos de interés y potenciar su propio desarrollo hacia la creación de valor en la sociedad.
Especialmente entre las pymes, este enfoque colectivo puede desarrollarse con grandes beneficios a través de asociaciones empresariales, organizaciones patronales o Cámaras.
Sólo la unión de empresas responsables permitirá conseguir cambios globales visibles y eficaces en el desarrollo sostenible de las comunidades sociales.
Otras Fuentes
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