En la cotidianidad todas las actividades de una persona se pueden traducir en emisiones de carbonos. Kenneth Ochoa, docente investigador de Ingeniería Ambiental de la Universidad El Bosque y miembro de los grupos principales de la Sociedad Civil del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente vinculados a la Agenda 21 señala que más allá de las costumbres de una persona, están las condiciones habilitantes (que facilitan o no, los comportamientos sostenibles).
Habitualmente un bogotano puede demorar una hora en bus o carro pero si decide usar la bicicleta aún tiene que enfrentar problemas en infraestructura, lo cual reduce la posibilidad de cambiar sus hábitos.
Actualmente, Colombia está habitada por 49.663.043 personas, con una producción de 27 mil toneladas de basura, de las cuales sólo recicla el 13% según datos del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, actual Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible” (2012).
Conforme a registros internacionales del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) “hoy en día, nuestra huella ecológica global supera en un 150% la capacidad total de la Tierra para proporcionar recursos renovables y no renovables a la humanidad. En 35 años, con una población que podría llegar a los 9.600 millones de personas en 2050, necesitaremos casi tres planetas para mantener nuestras formas de vida actuales”.
Ochoa, señala que luego de la Cumbre de la Tierra en Río en 1992, Johannesburgo en el 2002, seguido por el Proceso de Marrakech en el 2003; se sentaron las bases para Río+20, donde los gobiernos plantearon un compromiso fuerte para impulsar el cambio en modelos consumo y producción sostenibles, a través de la adopción del Marco Decenal de Programas sobre Consumo y Producción Sostenibles (10YFP, por sus siglas en inglés) y se estableció una búsqueda para alcanzar patrones de estilos de vida sustentables a través de nuevos modelos a nivel internacional”.
Agrega que ahora que se hizo el lanzamiento de este nuevo proceso (el plan decenal de trabajo de producción y consumo), se podrá alcanzar definitivamente el desarrollo sostenible, ya que se articulan los diferentes sectores de la sociedad: gobierno, empresa y sociedad civil. El Marco Decenal incluye seis programas que son el corazón del mismo y uno de ellos es el de estilos de vida sostenible y educación, con diferentes objetivos, entre otros, el de reducir las huellas de carbono de los estilos de vida actuales de la comunidad global.
Por lo tanto, el tema de los estilos de vida no solo dependen de una decisión individual, sino de la decisión de un colectivo, con limitantes relacionados con factores económicos, infraestructura, tecnología, políticos e incluso decisiones a nivel país dan las herramientas para lograr tener un estilo de vida sostenible.
Este programa cuenta con un Comité Asesor Multiactores (MAC, por su sigla en inglés), en el cual participan actualmente 21 entidades entre academia, asesores y otras organizaciones. De América Latina sólo hay dos organizaciones, Akatu de brasil y la Universidad El Bosque de Colombia. Al respecto, comenta el ingeniero, que en la reunión del MAC realizada en Japón el pasado 18 de marzo se decidieron aspectos que sirvieron de insumo en la reunión de Panamá durante la primera semana de mayo de 2015, donde 60 expertos a nivel regional de América Latina y El Caribe mostraron sus avances frente a los compromisos y proyectos propuestos con las nueve prioridades regionales, entre las que se incluyen, además de los programas globales, el trabajo con PYME, la gestión de Residuos Sólidos y el Desarrollo de Políticas Públicas.
Enfatiza que Colombia es uno de los países pioneros en políticas de consumo sostenible, -nosotros sacamos la primera política en 1994, se llamaba Política Nacional de Producción más Limpia, que nace luego de las políticas internacionales y en el año 2010 el entonces Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, (actual Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible) expidió la Política Nacional de Producción y Consumo Sostenible orientada al cambio de los patrones de producción y consumo de la sociedad Colombiana hacia la sostenibilidad ambiental, contribuyendo a la competitividad de las empresas y al bienestar de la población.
Con estas políticas nacionales e internacionales las empresas que quieren estar en el mercado deben contar con procesos coherentes con el cuidado del ambiente y la sostenibilidad, proporcionando información clara que le permita al consumidor reconocer si son responsables con el medio y la sociedad.
De este modo, el mundo enfrenta desafíos ambientales que necesitan nuevas soluciones. Y es ahora cuando existe la oportunidad de tomar conciencia para crear estilos de vida que respondan mejor a las verdaderas necesidades de la sociedad actual. Ya que cuando los problemas ambientales van más allá de las políticas o de la economía, y los recursos naturales se agotan mientras la población del planeta aumenta. Parece, que el estilo de vida debe ser transformado bajo premisa de modelos más sostenibles y saludables.
Fuente: http://rsnoticias.com/
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