El impacto del triunfo de Joe Biden en la agenda del desarrollo sostenible
El próximo presidente de los Estados Unidos tiene, entre muchos desafíos, desandar las nefastas políticas ambientales y sociales de su antecesor, Donald Trump y recuperar la influencia de su país en temas clave como crisis climática, equidad de género y derechos laborales.
Biden habla de un “Green New Deal” basado en la idea de que Estados Unidos necesita adoptar urgentemente una mayor ambición climática, y que ambiente y economía están totalmente conectadas. Prometió a sus votantes una economía de energía 100% limpia y cero emisiones netas a más tardar en 2050.
“La Administración Biden tomará medidas contra las compañías de combustibles fósiles y otros contaminadores que anteponen las ganancias a las personas y dañan nuestro medio ambiente a sabiendas y envenenan el aire, la tierra y el agua de nuestras comunidades, u ocultan información sobre posibles riesgos ambientales y de salud”, puede leerse en su plataforma electoral. De hecho, durante su campaña no aceptó contribuciones de corporaciones o ejecutivos de empresas de petróleo, gas y carbón.
Biden ha dicho que hará una inversión de $ 1.7 billones durante los próximos diez años, que junto a las inversiones adicionales del sector privado, los estados federales y locales alcanzará un total de más de $ 5 billones.
Habló de establecer una nueva Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA-C) para impulsar proyectos relacionados con litio, energía nuclear, gases refrigerantes, hidrógeno y hormigón sostenible, entre otras innovaciones.
Quiere trabajar junto con la industria de la aviación, que hoy representa casi el 2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, para incentivar la creación de combustibles nuevos y sostenibles para los nuevos aviones.
Acelerar el desarrollo y despliegue de nuevas y mejores tecnologías que operen con captura de carbono, como solución a las emisiones, es otra de sus metas centrales, de acuerdo a su gabinete de asesores en medio ambiente.
Más de tres millones de personas en los Estados Unidos ya están empleadas en la economía de energía limpia, pero la respuesta al cambio climático de Biden puede crear más de diez millones de puestos de trabajo bien remunerados en los Estados Unidos.
«Los resultados de las elecciones son una victoria para nuestra salud, nuestro planeta, nuestra economía y nuestro futuro», dijo Mindy Lubber, directora ejecutiva y presidenta de Ceres. “Ahora tenemos un nuevo presidente electo y un vicepresidente electo que creen en la ciencia y los datos, y eso traerá un nuevo liderazgo y cambios audaces. Esperamos que Estados Unidos se reincorpore al Acuerdo Climático de París y adopte las medidas federales necesarias para enfrentar la crisis climática global. El cambio climático es la mayor amenaza humana, ambiental, económica y financiera de nuestro tiempo, y hoy es un nuevo día para abordar esta amenaza «. Ceres es una organización sin fines de lucro dedicada a promover la sostenibilidad que trabaja con junto a inversores y alguna de las empresas más influyentes.
Comercio y política exterior en el marco de la crisis climática
La flamante Administración Biden ya anticipó que impondrá tarifas o cuotas de carbono a los productos con alto contenido de carbono de países que no cumplen con sus obligaciones climáticas y ambientales. Biden también condicionará los acuerdos comerciales futuros a los compromisos de los socios para cumplir con los objetivos climáticos de París.
“Impedir que China subsidie las exportaciones de carbón y subcontrate la contaminación por carbono. China es de lejos el mayor emisor de carbono del mundo y, a través de su masiva Iniciativa Belt and Road, Beijing también financia anualmente miles de millones de dólares en proyectos de energía de combustibles fósiles sucios en Asia y más allá”, dice la plataforma del demócrata.
Por eso quiere hacer que los futuros acuerdos bilaterales entre Estados Unidos y China sobre mitigación de carbono, como el acuerdo de 2014 que allanó el camino para el acuerdo de París, dependan de que China elimine los subsidios injustificados a la exportación de carbón y otras tecnologías de altas emisiones y haga un progreso verificable en la reducción de la huella de carbono de los proyectos. conectado a la Iniciativa Belt and Road.
En materia de política exterior, se dispone a buscar un compromiso del G20 para poner fin a todos los subsidios a la financiación de exportaciones de proyectos con alto contenido de carbono, basándose en compromisos anteriores del G7 y las instituciones multilaterales de financiación de exportaciones para eliminar la financiación del carbón en todos los países menos en los más pobres.
En este sentido, ofrecerá incentivos para las empresas estadounidenses que brinden soluciones bajas en carbono al mercado internacional con el fin de estimular la industria, los empleos y la competitividad de los Estados Unidos, y convertir a Estados Unidos en el líder mundial en tecnologías de energía limpia. Asimismo, dará prioridad a las asociaciones con países que asuman compromisos de alta ambición climática en el marco de París y proporcionará financiamiento de bajo costo a estos países para las exportaciones estadounidenses de energía limpia. Un enfoque inicial serán los pequeños estados insulares en el Pacífico y el Caribe que están demostrando liderazgo climático frente a las amenazas existenciales a sus territorios de origen.
– Una larga trayectoria ambiental
Joe Biden fue uno de los primeros políticos de Estados Unidos en advertir la gravedad del cambio climático. En 1986, presentó uno de los primeros proyectos de ley climáticos en el Congreso. El portal Politifact lo llamó recientemente un «pionero del cambio climático» y calificó su liderazgo inicial como «un momento decisivo».
Como presidente del Comité de Relaciones Exteriores, organizó varias audiencias sobre el cambio climático y reunió el apoyo a una serie de resoluciones no vinculantes sobre el tema, en un intento de generar impulso para la acción para abordar el cambio climático global. En 1998, fue un defensor clave de la Ley de Conservación de Bosques Tropicales, que permitió a Estados Unidos llegar a acuerdos con gobiernos extranjeros para conservar los bosques tropicales a cambio de un alivio de la deuda (comúnmente conocido como canjes de deuda por naturaleza).
En 2006, el entonces senador Biden acusó a ejecutivos de BP y Chevron por los subsidios destinados a la industria petrolera.
– Iniciativas en derechos humanos
En materia de derechos laborales, el novel presidente se comprometió a detener el abuso del poder corporativo sobre los trabajadores y a responsabilizar personalmente a los ejecutivos corporativos por las violaciones de las leyes laborales. Adeás, fomentará e incentivará la sindicalización y la negociación colectiva y asegurará que los trabajadores sean tratados con dignidad y reciban la paga, los beneficios y las protecciones en el lugar de trabajo que se merecen.
Su propuesta para las personas con discapacidad es muy amplia. Muchas de ellas no pueden pagar sus medicamentos recetados, y las corporaciones de medicamentos recetados se están enriqueciendo a costa de las personas que necesitan esos medicamentos para sobrevivir. Biden pondrá fin a “los descontrolados precios de los medicamentos y las ganancias excesivas de la industria farmacéutica”.
Ya advirtió que revocará “la escandalosa excepción” que permite a las corporaciones farmacéuticas eludir negociar con Medicare sobre los precios de los medicamentos. También limitará los precios de lanzamiento de los medicamentos que no tienen competencia y los fabricantes les están aplicando precios abusivos, y limitará los aumentos de precios de todos los medicamentos de marca, biotecnología y medicamentos genéricos con precios abusivos a la inflación.
En lo que hace a equidad de género, Biden prometió acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres y específicamente prometió que luchará por las latinas, quienes de media ganan 54 centavos por cada dólar que obtiene un hombre blanco. Biden formuló esa promesa en un comunicado cuando se conmemora el «Día de Igualdad Salarial para Latinas», las mujeres más perjudicadas por la discriminación en sueldos.
La agenda de género se verá seguramente reforzada por la presencia en el binomia presidencial de Kamala Harris, que hará historia como la primera mujer, y la primera persona de color en ocupar el cargo de vicepresidenta.
Fuente: https://www.comunicarseweb.com/
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