Si bien algunos como el que escribe conocimos la Responsabilidad Social como un modelo de gestión de las empresas, con el tiempo he ido adquiriendo la convicción que es algo que va más allá del concepto de negocios.
No es algo que implique solamente el aplicar un modelo como se hace con la contabilidad o el utilizar cierto sistema para el proceso productivo. La Responsabilidad Social es algo que va directamente a la persona en su forma de pensar y de relacionarse con sus semejantes.
Lo dicho hasta ahora surgió debido a lo que me ha tocado ver en algunas universidades, en donde se imparten clases de este tema, pero como una técnica, algo impersonal en donde se habla de la empresa como punto de referencia para desarrollarla pero no del factor o elemento humano que es el que la ejecuta o pone en marcha.
A manera de metáfora, se me figura como si pusiera como director de orquesta a alguien que conoce y sabe leer el pentagrama pero no es músico y por lo tanto no siente la melodía que pretende dirigir. ¿Los miembros de la orquesta podrían realizar una buena ejecución? Tal vez toquen bien la melodía porque son profesionales pero: ¿será una buena interpretación?
Creo que lo mismo sucede con la enseñanza de la Responsabilidad Social como una materia más en la currícula de la profesión que se estudia en cualquier profesión.
Algo similar sucede con el civismo que se enseñó para algunos desde la primaria. ¿Vivimos el civismo en nuestro quehacer diario y en nuestra convivencia con el resto de los ciudadanos?
En este sentido haciendo la misma pregunta sería: ¿Vivimos y practicamos la Responsabilidad Social? ¿Sentimos esta responsabilidad?
Y si bien considero que se pueden enseñar prácticas y modelos para ponerla en práctica y aplicarla, es importante previamente que el alumno perciba, sienta y tome conciencia de dicha responsabilidad y después aprenda el cómo puede ponerla en práctica tanto en su vida personal y profesional.
Algo similar creo que sucede con la música, primero tiene que ser alguien que le guste y después aprender la técnica para aprender a tocar algún instrumento. Pero antes, insisto, tiene que sentirla, disfrutarla, de lo contrario poco o nada servirá la técnica de aprendizaje que utilice.
Igual sucede con la Responsabilidad Social, el alumno tiene que sentir primero que esa responsabilidad permea en la escuela como un modelo de vida de la institución, que dicho alumno es considerado como persona y que la escuela tiene el compromiso y la responsabilidad de prepararlo de manera adecuada en la profesión que está estudiando.
Y como contrapartida que el alumno es responsable de su papel como estudiante y que está también comprometido con la propia institución.
En cualquier caso estamos hablando de valores en la convivencia entre personas, las que manejan la escuela, los maestros y por consiguiente del estudiante. Que cada quien cumpla el papel que tiene: de profesor y de estudiante.
En suma la Responsabilidad Social hay que vivirla tomando en cuenta sus bondades y las repercusiones positivas que tiene, tanto en la vida personal como la sociedad en general.
Seguiremos platicando ….
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Fuente: http://diarioresponsable.com/
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