La llegada del coronavirus ha modificado casi todo en nuestra vida cotidiana y el consumo no ha sido la excepción. El modo en el que las y los españoles gastan su dinero en compras se ha visto radicalmente modificado desde el comienzo de la pandemia. El pasado 15 de octubre, se presentó el 9º informe de ClosingGap liderado por L’Oréal España y elaborado por Afi Escuela de Finanzas, en el que se exponen las diferencias entre mujeres y hombres en relación al consumo. El estudio muestra el papel de la mujer como líder de un consumo más responsable y como la catalizadora de la trasformación hacia una sociedad más responsable con su entorno y respetuosa con el medioambiente. Entre otros resultados, la investigación muestra que la mujer consume de forma más reflexiva, digital y menos individual.
Es claro que los patrones de consumo de los hogares, así como las características socioeconómicas de la población han sufrido cambios significativos durante las últimas décadas, esto se ha visto especialmente transformado en los últimos meses tras la llegada del coronavirus. Uno de los reflejos más destacados del profundo cambio social experimentado en España en la estructura de los hogares se observa en el nivel educativo de los sustentadores principales, especialmente entre las mujeres. Así, las mujeres han ido adquiriendo un rol progresivamente mayor como cabezas de familia, consecuencia del acceso pleno a la educación, sobre todo a los estudios superiores, y la consiguiente incorporación masiva al mercado laboral. Como en muchos ámbitos de la vida, el consumo puede ser otra esfera que, lejos de ser igualitaria, reproduce la desigualdad de género.
ClosinGap ha presnetado el pasado 15 de octubre del corriente año, el noveno de los informes sobre el impacto de las brechas de género, que en esta ocasión analiza, bajo el liderazgo de L’Oréal, desigualdades, más que diferencias entre mujeres y hombres en relación con el consumo responsable. El análisis confirma el papel de la mujer como catalizadora de la transformación hacia una sociedad más responsable con su entorno y más respetuosa con el medio ambiente. La Investigación demuestra la tendencia mostrada en anteriores informes, según la cual la mujer, partiendo de situaciones de desigualdad, genera comportamientos sociales que acaban por liderar el cambio hacia una sociedad más avanzada y con mayor igualdad y claramente más sostenible.
El estudio parte de la base de que existen diferencias en los patrones de consumo por condición de género, y que, de su comprensión, pueden extraerse aprendizajes para un consumo más responsable y sostenible. Además, otra de las premisas de partida es que la mujer es la encargada principal de la gestión de las compras del hogar, tal como corrobora la literatura al respecto y los datos disponibles, como los detallados en el Informe de ClosinGap sobre la brecha de género en la conciliación. Partiendo de estos supuestos iniciales, en primer lugar, el informe constata diferencias en el consumo de los hogares de España dependiendo de si los encabeza una mujer o un hombre. Cuando es la mujer quien aporta la mayor parte de los ingresos, el hogar consume 425 euros adicionales al año y se da mayor prioridad al consumo de bienes y servicios primordiales. En consecuencia, si se equiparase el consumo cuando es el hombre quien encabeza el hogar, el PIB podría crecer 4 décimas, el equivalente al 11%. Los datos revelan así, que cuando las mujeres lideran el hogar reducen otras partidas de gastos menos esenciales y relevantes, dando prioridad al consumo de bienes y servicios más primordiales, sobre todo entre los perfiles bajos de renta.
En segundo lugar, el informe confirma que la mujer tiene más en cuenta el precio de los productos y servicios que adquiere, para lo que realiza comparaciones más frecuentemente, no solo del precio sino de otras características; situación que no solo se produce en los canales tradicionales sino también en el comercio online, que la mujer utiliza con más frecuencia que el hombre para comprar ropa, calzado, así como productos de higiene personal. Además, los datos muestran que las mujeres compran más para otros miembros del hogar, mientras que los hombres hacen un gasto más individual
En tercer lugar, la investigación refleja que la mujer lidera la transformación hacia el consumo responsable, pues muestra mayor preocupación por el medio ambiente y ejerce comportamientos más sostenibles, al reciclar más, consumir menos productos envasados, reutilizar más las bolsas que utiliza para hacer la compra o adquirir más productos de segunda mano. Asimismo, la compra de productos locales como método para potenciar el comercio local y evitar la generación de contaminación ambiental es más habitual entre las mujeres. Hasta el 49,2% de las ellas muestran este comportamiento al elegir la marca del producto, mientras que la cifra se reduce al 39,0% para los hombres.
El análisis confirma, por tanto, las tendencias apuntadas en informes anteriores de ClosinGap, que sitúan a la mujer como catalizadora del cambio hacia modelos más responsables y sostenibles de conducta, en ocasiones, derivados de tener que hacer frente a situaciones de desigualdad. Los datos expuestos en esta reciente investigación, corroboran la gran capacidad y ejemplo de liderazgo de la mujer, que también se ha puesto de manifiesto durante la crisis provocada por el coronavirus, pues algunos hábitos diferenciales de consumo de las mujeres que se apuntan en el informe (mayor gasto en bienes básicos, mayor uso del canal online o hábitos alimentarios más saludables) se han extendido y mantenido de forma generalizada a la mayoría de los hogares tras la irrupción de la pandemia.
Fuente: https://diarioresponsable.com/
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