Cambiar las lógicas de consumo actuales resulta indispensable para realmente detener la emergencia climática. El uso excesivo de plástico es uno de los principales enemigos en la lucha contra el cambio climático y depende de nosotros el mundo que dejaremos a las próximas generaciones. El Foro Económico Mundial lanzó una iniciativa llamada “Plataforma para Modelar el Futuro del Consumo”, esta trata de promover modelos de consumo responsables que beneficien tanto a las personas como al planeta para construir una ética de consumo responsable. Como parte de este proyecto se publicó, durante el pasado mes de julio de este año, un informe que explora las principales conclusiones de la iniciativa y ofrece un modelo alternativo de reducción de residuos plásticos.
El documento comienza examinando a los tres actores principales del cambio de sistemas, a saber: los consumidores, las empresas y el sector público y luego presenta un “Marco de Viabilidad de la Reutilización”, una herramienta para abordar algunas de las cuestiones clave que los líderes empresariales y los responsables del sector público han planteado sobre la reutilización.
El documento parte de la premisa acerca de que, a pesar de que la pandemia de coronavirus ha dominado la atención mundial durante el último año y medio, la conciencia pública de otra crisis mucho más duradera que es la degradación de nuestro entorno natural se ha mantenido alta. De hecho, varios estudios han indicado que la preocupación del público por la sostenibilidad ha aumentado durante este periodo. En este contexto, la iniciativa del Foro Económico Mundial sostiene que es tiempo para los responsables de la toma de decisiones privadas y públicas de cambiar de manera radical, ya que los consumidores están cada vez más abiertos a elegir productos que respeten la Tierra. Así, los bienes de consumo reutilizables emergen como una posible solución.
La investigación afirma que el cambio de los bienes de consumo desechables a los reutilizables aún está en sus primeras etapas, pero ya hay signos de progreso a nivel mundial. No se trata tanto de reciclar sino más bien de reducir la producción de plásticos y re utilizar los que ya se produzcan. El documento explica que este es el principio básico de la «reutilización», un modelo de producción y consumo en el que los artículos de consumo están diseñados para ser utilizados varias veces antes de salir de la corriente comercial. El informe afirma que no se trata de un concepto nuevo: durante milenios, antes de la industrialización masiva la reutilización de objetos cotidianos era una característica habitual de la vida humana. Incluso en las economías más modernas objetos como botellas de leche, fiambreras, tazas de café y bolsas de tela para la compra han servido como recordatorios cotidianos de que la ética de la reutilización nunca se ha desvanecido del todo.
Si bien este modelo resulta muy beneficioso, la investigación demuestra que aún genera ciertas preocupaciones en diferentes sectores. En el caso de los consumidores, el estudio revela que sus preocupaciones son la comodidad, la asequibilidad y la seguridad de los envases reutilizables. En el caso de las empresas, las principales inquietudes son: la falta de infraestructura, la incertidumbre sobre la viabilidad financiera y las dudas sobre la viabilidad económica; Por su parte, los gobiernos deben hacer frente a la falta de financiación al tiempo que actualizan los incentivos que actualmente recompensan que premian actualmente los altos niveles de reciclaje en lugar de la reducción de residuos.
Sin embargo, la superación de estos obstáculos se verá acelerada por las numerosas oportunidades de creación de valor que ofrece la reutilización, según sostienen los expertos del Foro Económico Mundial. En términos generales, la reutilización desplazaría el valor de la producción (extracción de materiales, fabricación) hacia etapas posteriores (ventas, marketing, logística de retorno). Para los consumidores, la reutilización generará valor a través de una mayor sensación de conexión con las marcas, especialmente las asociadas a los admirados principios de sostenibilidad.
El análisis indica que los modelos en el hogar (por ejemplo, la recarga de productos de limpieza) pueden aplicarse sin necesidad de un cambio de comportamiento de los consumidores, mientras que los modelos en los desplazamientos (por ejemplo, los vasos de bebidas retornables) implicarán mayores ajustes en los hábitos de consumo. El sector privado no tendrá que trabajar solo para establecer sistemas de reutilización y educar a los consumidores sobre su valor. El sector público puede ayudar a avanzar en los modelos de reutilización a través de colaboración de terceros, el establecimiento de normas incentivos y subvenciones, y el desarrollo de la infraestructura pública necesaria.
Por último, el informe presenta “El Marco de Viabilidad de Reutilización”. Este está diseñado para abordar algunas de las preguntas más esenciales que los líderes empresariales y los responsables del sector público han planteado sobre la reutilización, es decir, cómo hacerla efectivamente viable. Se pretende que sirva de ayuda para el diagnóstico de empresas y comunidades que buscan establecer un sistema de reutilización, como facilitador de un diálogo informado dentro y entre las organizaciones interesadas, y como herramienta para medir los resultados potenciales. El análisis del marco de viabilidad de la reutilización genera seis dimensiones de un paradigma de reutilización verdaderamente exitoso y a gran escala:
- Eficiencia del modelo de entrega: Los sistemas de reutilización compartidos y de corta distancia permiten mayor eficacia y durabilidad.
- Experiencia del consumidor: Las y los consumidores tienen acceso a una variedad de productos reutilizables que compiten con los desechables en comodidad, la experiencia del usuario y otras medidas de satisfacción del cliente son centrales para la planificación.
- Avances tecnológicos: Tecnologías como los códigos QR y la identificación por radiofrecuencia (RFID) se despliegan para crear servicios de valor añadido para aumentar la vida útil de los contenedores y estandarizar los procesos.
- Regulación: La regulación combina los incentivos de reutilización con políticas integrales como objetivos cuantitativos de reutilización y la responsabilidad ampliada del productor.
- Cambio cultural: Un cambio cultural generalizado hace que las y los consumidores y las instituciones caminen juntas hacia los reutilizables y se aleja de los desechables.
- Demostración del impacto: Los reutilizables demuestran una mejora en todos los aspectos económicos, medioambientales y sociales con respecto a los desechables y es importante poder comunicarlo.
Fuente: https://diarioresponsable.com/
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