Una poderosa visión de cómo una empresa puede beneficiar al mundo, y no solo a los accionistas, puede tener efectos sorprendentes en el sentido de misión de los empleados.
Opiniones sobre el capitalismo consciente
Sin lugar a dudas, la fuerza más poderosa que ha dado forma al mundo en que vivimos es también la causa de una crisis climática sin precedentes, una desigualdad extrema de la riqueza y un descontento general. The Economist recientemente reconoció que el sentido de un sistema diseñado para beneficiar a los propietarios de capital a expensas de los trabajadores es profundo. En 2016, una encuesta reveló que más de la mitad de los jóvenes estadounidenses ya no apoyan el capitalismo. Esta pérdida de fe es peligrosa, pero también está justificada.
El capitalismo ha sufrido una serie de golpes poderosos a su reputación en la última década. El sentido de un sistema diseñado para beneficiar a los propietarios de capital a expensas de los trabajadores es profundo. El capitalismo de hoy tiene un problema real, pero no el que a los proteccionistas y populistas les gusta hablar. La vida se ha vuelto demasiado cómoda para algunas empresas en la vieja economía, mientras que, en la nueva economía, las empresas de tecnología han desarrollado rápidamente el poder de mercado. De hecho, se necesita una revolución, una que desencadene la competencia, obligando a obtener ganancias anormalmente altas hoy y asegurando que la innovación pueda prosperar mañana.
El poder de mercado debe ser atacado de tres maneras.
- Los regímenes de datos y propiedad intelectual deben usarse para impulsar la innovación, no para proteger a los titulares. Eso significa liberar a los usuarios individuales de los servicios tecnológicos para que lleven su información a otra parte. También implica exigir que las grandes plataformas concedan licencias de datos masivos anónimos a sus rivales.
- Los gobiernos deberían derribar las barreras de entrada, como las cláusulas de no competencia, los requisitos de licencias ocupacionales y las complejas regulaciones escritas por cabilderos de la industria. Más del 20% de los trabajadores estadounidenses deben poseer licencias para realizar su trabajo, en comparación con solo el 5% en 1950.
- Las leyes antimonopolio deben adaptarse al siglo XXI. No hay nada de malo en el cometido de los partidarios de la confianza para promover el bienestar del consumidor. Pero los reguladores deben prestar más atención a la salud general competitiva de los mercados y al rendimiento del capital. Los reguladores de Estados Unidos deberían tener más poderes, como los británicos, para investigar los mercados que se están volviendo disfuncionales. Las grandes empresas de tecnología deberían encontrar mucho más difícil neutralizar a los potenciales rivales a largo plazo, como lo hizo Facebook cuando adquirió Instagram en 2012 y WhatsApp en 2014.
Sin embargo, con demasiada frecuencia, las compañías aún buscan respuestas de las fuentes antiguas que ayudaron a diseñar esta situación.
Líderes del capitalismo consciente – investigación
Una investigación realizada por Enso, una agencia de impacto creativo, ha revelado que solo el 14% de los estadounidenses está totalmente de acuerdo en que los valores de su empleador coinciden con los suyos, y Gallup descubrió recientemente que el 85% de los trabajadores no están comprometidos en su trabajo. Eso significa que los equipos no comprometidos y clientes y partes interesadas descontentos, conllevan a desafíos internos aún mayores.
Por el contrario, los líderes inspirados operan desde una motivación intrínseca basada en algo que quieren ver en el mundo. Al aprovechar esta auténtica motivación interna, los líderes son naturalmente más decisivos y persuasivos. A menudo, aunque no siempre, operan desde una intención positiva para las personas o el mundo. Los equipos están energizados por una visión más amplia, que conduce a expresiones más claras y audaces de la compañía en el mundo y a una mayor convicción de clientes y partes interesadas, una espiral ascendente de compromiso.
Los líderes inspirados pueden crear un impulso hacia adelante para sus organizaciones de manera mucho más eficiente, tanto en el impacto social como en el financiero. Estas organizaciones contribuyen más al mundo de lo que extraen. Se piensa en esto como un capitalismo generativo, distinto del capitalismo extractivo que resulta de líderes con una orientación de riqueza y poder. El capitalismo generativo aporta un nuevo valor al mundo y el capitalismo extractivo reasigna el valor existente.
¿Cómo son los líderes del capitalismo consciente?
Son como Paul Polman, CEO de Unilever y defensor del Plan de Vida Sostenible de la compañía, una agenda combinada de impacto social y de negocios o John Mackey, fundador de Whole Foods, quien vio su propia inspiración repetida por clientes, empleados y proveedores ocho meses después de su apertura, cuando todos colaboraron para ayudar a la tienda a reabrir después de una inundación devastadora.
Otro ejemplo de líderes inspirativos es Rose Marcario, CEO de Patagonia, cuya inspiración se canalizó a través de una meditación que llevó a la compañía a demandar al gobierno federal para preservar las tierras nacionales. Marcario resume lo que suenan los líderes inspirados: “Mi yo entero está aquí. Mis valores, mi pasión, mi sentido de urgencia”. Durante su mandato, las ganancias se han triplicado.
Recientemente, el CEO de Toms, Blake Mycoskie, dio un ejemplo vívido de la velocidad y el impacto que los líderes inspirados pueden inculcar en sus equipos. Después de escuchar sobre el tiroteo en masa de Thousand Oaks, Mycoskie resolvió que Toms hiciera algo y 12 días después, anunció una nueva iniciativa con Jimmy Fallon en el Tonight Show: End Gun Violence Together.
Una opción para resolver este desafío es que el mundo renuncie a los líderes establecidos y, en su lugar, busca líderes de base. Otra opción es que los líderes aprendan de la investigación analítica sobre las condiciones y los rasgos de la inspiración (ser un experto, establecer metas, oratoria convincente, etc.).
Fuente: https://www.expoknews.com
