La música y su aporte a la Responsabilidad Social

La música y su aporte a la Responsabilidad Social

Corría la década de los noventas con la explosión del Rock Alternativo cuando el grupo Soul Asylum se dio a conocer al mundo gracias al video de su exitoso tema “Runaway Train”. El video se hizo extremadamente popular en MTV debido a que mostraba una trama argumental de secuestros de niños y jóvenes en los Estados Unidos con imágenes reales de los desaparecidos. Tal fue el impacto global del video que se editaron tres versiones diferentes de casos reales para Inglaterra, España y Australia y desnudó la terrible problemática de la trata de personas, secuestros y desaparecidos.

Aunque los resultados del video no fueron los esperados, ya que muchos de los niños y jóvenes fueron hallados muertos y otros hasta la fecha no han sido encontrados, el objetivo social con las familias de los desaparecidos superó toda expectativa.

Este no fue el primer caso en el que la música y una causa social se unen. El gran antecedente histórico ocurrió en 1984 en el Reino Unido impulsado por el colectivo Band Aid, comandado por Bob Geldof y Midge Ure bajo el título: “¿Do They Know It’s Christmas?” para paliar la hambruna en Etiopía y que agrupó a músicos británicos de bandas legendarias como Adam Clayton, Phil Collins (Genesis), Bob Geldof (The Boomtown Rats), Spandau Ballet, Ultravox, Paul Young, Duran Duran, Bananarama, Bono, Kool & The Gang, George Michael (Wham!), Sting (The Police), Francis Rossi (Status Quo), Culture Club, David Bowie, Holly Johnson (Frankie Goes to Hollywood), Paul McCartney, entre otros.

A este movimiento le seguiría una respuesta desde Estados Unidos de la mano de Michael Jackson y Lionel Ritchie cuando compusieron la canción: “We are the world” para combatir el hambre en el África. A este proyecto se sumaron otro grupo de leyendas de la música como Bob Dylan, Ray Charles, Diana Ross, Bruce Springsteen, Dionne Warwick, Hall & Oates, Billy Joel, Steve Perry, Stevie Wonder, Paul Simon, Huey Lewis, Tina Turner, Cindy Lauper, Willie Nelson, Harry Belafonte, The Pointer Sisters, Kenny Rogers, Kenny Loggins, Kim Carnes y The Jacksons, entre otros. En el videoclip que acompañaba al lanzamiento, los artistas aparecían abrazados e interpretaban la canción con sus personales y característicos estilos musicales para acabar en un coro final en el que cantaban al unísono. Con esta canción se lograron recaudar 75 millones de dólares y de hecho hoy se continúa trabajando en el continente africano, apoyando en las recientes labores para detener la expansión del ébola en Sierra Leona y Liberia.

Bajo este legado, otras bandas continuaron su apoyo en el ámbito de conciencia social como U2 con canciones como “Pride (In the name of Love)”, “MLK”, “Miss Sarajevo”, “Mothers Of The Disappeared” (Dedicado a las Madres de Plaza de Mayo), “Walk On” y por supuesto la canción que se ha convertido en un himno mundial: “One”. Los miembros de esta banda han utilizado su música y su fama para difundir y defender los derechos humanos para una audiencia global. A través de su más reciente participación con DATA y The One Campaign pusieron sobre la mesa cuestiones como la deuda, la ayuda y el comercio –en particular las que afectan a África– al plano mundial[2]. Otro ejemplo son la legendaria banda del Heavy Rock Argentino Rata Blanca, los españoles Avalanch y Asfalto y White Lion de Estados Unidos quienes dedicaron canciones al Rainbow Warrior (Guerrero del Arcoiris), buque insignia de la Organización Internacional Greenpeace que fuere utilizado como barco soporte para las manifestaciones de protesta contra diferentes actividades realizadas por diversos países para la protección del medio ambiente y de las especies marinas. El Rainbow Warrior fue hundido por agentes de la Dirección General de Seguridad Exterior Francesa para evitar una incursión en sus aguas territoriales, cuyo objetivo era protestar contra las pruebas nucleares que realizaría Francia en el Atolón de Mururoa en el sur del Océano Pacífico.

Otras bandas fueron más allá de la difusión de los mensajes de protección de los derechos humanos, inclusión o protección del medio ambiente y llegaron a convertirse en verdaderos activistas políticos, ejemplos de esto son las bandas Rage Against The Machine (RATM) y Midnight Oil. RATM ha realizado conciertos para ayudar a difundir historias como la del líder indígena Leonard Peltier, líder el Movimiento Indo Americano (AIM) envuelto en un tiroteo por la defensa de la posesión de tierras indias. Tom Morello, guitarrista de la banda, fue acusado por la Policía cuando salió en defensa de un ciudadano afroamericano que estaba siendo hostigado y luego diría públicamente “Toda la música es política. Puede ser con una función apoderadora y de confrontación o insensibilizadora y anestesiante”.

Otra causa política que abanderó RATM fue la de Mumia Abu-Jamal, un líder afroamericano presidente de la asociación de periodistas negros, feroz crítico de la policía racista de Filadelfia y miembro del grupo Black Panthers. Mumia fue acusado por un crimen y obligado a testificar en su contra. Fue declarado culpable y sentado en la silla eléctrica por sus convicciones políticas. “Fuck the Police” fue el slogan del concierto benéfico que dieron en Washington como señal de protesta contra las decisiones tomadas en el juicio. El líder de la banda australiana Midnigth Oil, Peter Garrett, ha sido un activista comprometido con las causas ecologistas, tendencia que se vio reflejada desde la composición de sus letras y reforzada usando foros promovidos por la banda para enarbolar las causas políticas con las que se identificaba, como la discriminación a los pueblos aborígenes de Australia. Tal fue la penetración de Garrett que se unió al Partido Laborista australiano y fue miembro de la Cámara de Representantes para la sede de Kingsford Smith en Nueva Gales del Sur desde octubre de 2004, en 2007 con el triunfo de su partido en las elecciones australianas, Garrett fue nombrado Ministro de Medio Ambiente, Patrimonio y las Artes por el Primer Ministro. Otro miembro de esta lista de comprometidos con causas sociales y políticas es el cantante, compositor, actor y activista Irlandés Bob Geldof, líder y vocalista de la banda The Boomtown Rats, pero es quizá más conocido por organizar una serie de conciertos simultáneos en julio de 2005 denominados “Live8” teniendo como finalidad el combate a la pobreza a través de la organización Make Poverty History. Esta serie de conciertos más que recaudar fondos, como su antecesor el Live Aid, antes mencionado, buscó el concientizar a las sociedades de los países pertenecientes al G-8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) para presionar a sus gobernantes para que terminen con la pobreza[3].

En el ámbito local tuve el orgullo de encontrarme con bandas como OIL o Animal de Ciudad, con una gran tendencia, y buena predisposición, por apoyar causas sociales a través de conciertos benéficos. Por su parte, el cantautor Raul Ybarnegaray es un claro ejemplo de promoción de la conciencia social, no solo como líder de opinión sino también como compositor sobre diversos temas, entre ellos la protección de los animales y la lucha contra la violencia hacia la mujer en Bolivia.

A lo largo de este artículo vemos que la Responsabilidad Social se convierte en un aspecto transversal no solo porque promueve la participación activa en causas sociales para hacer sostenible este mundo, sino también porque quienes lo hacen (desde el sentido individual) tienen el poder para inspirar a otros. Es importante aclarar que no se requiere ser una celebridad para ser un agente de cambio, las oportunidades para lograr un mejor lugar donde vivir surgen todos los días.

Los medios actuales de comunicación global juegan un rol fundamental como nunca antes, basta con ver el número de visitas de YouTube que obtuvieron los videos de Pearl Jam “Do the Evolution” o de Linkin Park “What I´ve Done”, para demostrar que el mundo y las maneras de conectarse con otros ha cambiado. Lo que hizo MTV con los videos de “Runaway train” o “We are the world” fue solo el inicio, pues gracias a la tecnología se cambiaron los medios y al cambiar los medios también ser requiere cambiar las acciones. No podemos seguir haciendo lo mismo que el siglo pasado. Las acciones se deben implementar de manera inmediata para no permitir que la siguiente generación encuentre una sociedad igual o peor que la actual.

La música es un canal (sino el mejor) para transmitir un mensaje de paz y justicia. El lenguaje de la música es indescriptible y a diferencia de otras acciones humanas, no genera barreras, no conoce de fronteras, ni de exclusión. La música es para todos y viaja libre por el aire para todo aquel que quiera escuchar, para todo aquel que quiera detener su diario afán y simplemente encontrarse a sí mismo.

Scott Weiland, músico fallecido el año pasado y líder de una banda que escuchaba de joven, dijo: “La música, como muchos han dicho, es el lenguaje universal. Te hace pensar pero al final te hace sentir. Es por eso que la gente recuerda más canciones que han significado algo en su vida que las películas. La música ayuda a definir los períodos de la vida, y esa es la belleza de ella”.

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[1] Javier Espada Valenzuela es escritor, investigador y promotor de la RSE en Bolivia desde 2008.

[2] “Corazón, política y conciencia social del grupo de música rock U2”. En: http://onelove.u2fanlife.com/corazon/

[3] “10 Bandas súper politizadas”. En: http://www.vishows.com.br/2013/05/26/10-bandas-de-rock-super-politizadas/

Por Javier Espada Valenzuela

Fuente: http://www.inforse.com.bo/

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Tags: Música, Rock, RSE

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