5 consejos para ser socialmente responsable cuando tienes una startup
La Responsabilidad social empresarial contempla una seríe de instrumentos para crear un cambio positivo a partir de las acciones de las empresas.
Cuando uno trabaja en temas de Responsabilidad social y Sustentabilidad es fácil olvidar el impacto y el cambio que pueden generar los emprendedores porque nos centramos mayormente, en las acciones que realizan las grandes empresas, las fundaciones y los gobiernos. Nos olvidamos muchas veces del gran motor de cambio que es el ecosistema emprendedor, de las ganas de los emprendedores de sacudir al mundo y sobre todo, de su capacidad y empuje para generar, unidos, acciones más eficaces que las de las grandes entidades.
En México existen reconocidos esfuerzos que intentan consolidar un ecosistema emprendedor fuerte y competitivo como el que existe en otros países del llamado primer mundo. Es cierto que no emprendemos tanto como en Estados Unidos o como en Alemania pero poco a poco el ecosistema ha crecido y la oferta de instrumentos para emprender es tan atractiva como para pensárselo seriamente, al salir de la universidad, si lo que uno desea es trabajar para alguien más en una empresa o comenzar un proyecto uno mismo.
Los emprendedores millennials
No hace mucho tiempo se pensaba que toda empresa requería de una gran inversión para comenzar. Todavía se cree esto y evidentemente es cierto cuando estamos hablando de grandes proyectos como lo son lo de la industria pesada, la agricultura intensiva, etc. Por supuesto que se requiere de amplia inversión y maquinaria así como capital de trabajo para poder soportar los primeros años de vida de la empresa. Sin embargo, no hay que olvidar que también existen miles de esfuerzos de emprendedores que con la sencillez de una idea, las inconquistables ganas de su juventud y una energía inigualable se embarcan en proyectos nuevos incluso antes de terminar su carrera universitaria.
Para estas personas, en México existe una red muy amplia de incubadoras y aceleradoras de negocios. Muchas de ellas cobijadas por INADEM pero muchas otras son iniciativas privadas que demuestran el empuje que tiene este ecosistema en estos años. Además de ello, la multiplicación de Fondos de inversión de riesgo, de capital semilla y otros tantos instrumentos financieros hacen que el emprendedor pueda con confianza creer que su valor más importante a contribuir para su proyecto es su idea y su motivación. El ecosistema emprendedor poco a poco camina hacia el sueño en donde una idea que romperá el mercado y cambiará el mundo puede prescindir de una chequera abultada de años de ahorros y deudas incalculables. Si bien este es un sueño todavía lejano, el emprendedor del siglo XXI tiene muchas más oportunidades que las que tenían aquellos del siglo pasado.
Entonces, ¿cuál es el problema a todo esto? La Responsabilidad social empresarial contempla una seríe de instrumentos para crear un cambio positivo a partir de las acciones de las empresas, y mucho de nuestro trabajo como consultores se dirige a la concienciación de la relevancia de la rendición de cuentas, de la contribución ambiental, del impacto social y de la gobernanza a instituciones de gran calado para que puedan generar externalidades positivas en el desarrollo de su actividad. Para ello, pensamos generalmente en las más de 5 millones de unidades económicas que existen en México a las que sumamos las miles de organizaciones sin fines de lucro y las entidades de gobierno del tipo de SEDESOL, SAGARPA, SEP, SALUD, SEMARNAT como actores relevantes para poder generar un cambio en las prácticas mexicanas y hacer del país un lugar menos dañino y con mayor futuro. Sin embargo, olvidamos tomar en cuenta a las empresas que año con año se crean, es decir, a los emprendedores y el impacto que pueden crear.
Solamente entre el año 2009 y el año 2014, en México se han sumado más de 600,000 empresas según INEGI. Este dato esconde un número mayor de emprendimiento si es que consideramos la alta tasa de mortandad que tienen las empresas mexicanas; las cuales sobreviven casi 1 de cada 10.
Y si se tiene en cuenta el dato total de proyectos que se emprenden año con año, es necesario incluir a la ecuación el impacto social que provocan los nuevos emprendimientos, al ser ellas, las PyMES las que dan 7 de cada 10 empleos formales en el país. ¿Cuántos empleos se crean gracias a las nuevas empresas? El número de empleo se hace todavía más trascendente cuando se entiende que el ecosistema emprendedor además apoya a proyectos de alto impacto, de contribución ambiental o de otros atributos de valor típicos de la Responsabilidad social.
El situar nuestra atención en los emprendedores como vehículos de responsabilidad social empresarial en nuestro país tiene la ventaja de que los emprendedores son mucho más ágiles en adoptar nuevas prácticas e instrumentos en comparación con las titánicas y tremendamente lentas grandes corporaciones, quienes tardan varios ciclos en entender, para nuestra desgracia como planeta, la importancia de la Responsabilidad social empresarial y la sustentabilidad.
¿Y qué prácticas socialmente responsables son las pertinentes para emprendedores?
5 consejos para que puedas incorporar responsabilidad social a tu start-up
1. Planeación estratégica para startups
Tu modelo de negocio requiere planeación y táctica en su creación. Así que en el desarrollo de tu estrategia, puedes incluir también indicadores de desempeño para consolidarte como una empresa socialmente responsable. Puedes sumar estrategias para ser sustentable y ayudar, por ejemplo, a mitigar la huella de carbono que producirá tu start-up. La gran ventaja que tienes es que tu proceso es nuevo así que con un buen diseño inicial puedes ser innovador, sustentable y al mismo tiempo rentable sin tener que preocuparte en procesos de reconversión, inversión en nuevas metodologías, etc.
2. Incremento de Valor en las startups
Si eres emprendedor, conoces a la perfección la necesidad de diferenciarte de otros proyectos a través de atributos de valor. A su vez puedes incluir temas de impacto social, rendición de cuentas y contribución ambiental así como certificaciones de Comercio justo, producto Orgánico u otros más para poder llegar a mercados Premium.
3. Mapeo de stakeholders y Materialidad en las startups
Para conocer tu mercado, debes realizar un análisis completo para saber a qué nicho debes enfocarte y entender qué es aquello que a ese nicho le importa más. A este análisis de mercado puedes sumar un mapeo de stakeholders para identificar todas aquellas cadenas que serán afectadas por tu actividad e incorporarlas en tus decisiones. Muchos de tus stakeholders serán al mismo tiempo tus clientes, clientes potenciales o embajadores de tu marca.
4. Impacto social de las startups
El conocer qué beneficios sociales estás generando puede servirte para obtener apoyos de gobierno así como atraer a inversionistas de fondos de inversión de impacto. Además, no hay que olvidar que aquellos que beneficies con tus prácticas empresariales también se podrán convertir en fieles clientes tuyos, que hablen bien de tu start-up y que te defiendan frente a tus detractores.
5. Comunicación interna y externa en las startups
Cuenta lo que haces bien a tus stakeholders y ten buenas herramientas de comunicación entre los socios y trabajadores del start-up. Mejor comunicación significará menos trabas a la hora de tomar decisiones.
“¿Quieres mitigar el riesgo para tu emprendimiento?”
Entonces integra a tu plan de negocios prácticas de Responsabilidad social empresarial para lograr sobrevivir los primeros años y llegar a ser totalmente sustentable.
Autor: Terraética – Dr. Roberto Carvallo Escobar
Fuente: http://www.responsabilidadsocial.mx/
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