La llamada Eurocopa 2016, que tendría que ser una fiesta deportiva entre los países europeos, se está transformando en enfrentamientos violentos totalmente extradeportivos entre los aficionados, que muestran desafortunadamente que todavía existe entre los seres humanos una gran falta de civilidad.
Un evento deportivo que atrae posiblemente a millones de personas en el mundo, se ha venido a convertir en una serie de enfrentamientos violentos entre individuos de diversas nacionalidades.
La llamada Eurocopa 2016, que tendría que ser una fiesta deportiva entre los países europeos, se está transformando en enfrentamientos violentos totalmente extradeportivos entre los aficionados, que muestran desafortunadamente que todavía existe entre los seres humanos una gran falta de civilidad y que la expresan de manera fácil por decirlo de alguna manera; y más aún, que funcionarios de gobierno, como lo mostraron algunos rusos, fomentan y animan a sus connacionales a seguir por esta misma ruta.
Creo entender la rivalidad deportiva que existe, pensando siempre que al equipo al que se apoya es mejor que cualquier rival al que se enfrente, pero de esa llamada “rivalidad sana” pasar a estos enfrentamientos violentos hay mucha diferencia.
El explicar y entender esto que sucede tal vez sea trabajo de los sociólogos y antropólogos, pero de una cosa que tal vez podemos estar seguros es que muestran una muy clara falta de responsabilidad social de sociedades como las europeas, que se piensan tienen un mayor nivel educativo y una mejor conciencia cívica.
Este fenómeno por llamarlo de alguna manera no es nuevo, en el pasado, tanto reciente como lejano y en diversos lugares, se ha presentado cuando se realizan eventos deportivos, donde los aficionados, fanáticos o “hinchas”, como se les llame, pasan de manifestar de una forma escandalosa una actitud de apoyo a su equipo favorito, a otra de agredir a sus rivales dejando el aspecto deportivo a un lado llevando su inquietud a un aspecto personal y en este caso del 2016, a un terreno nacional, ofendiendo al tercero solamente por ser de alguna nacionalidad determinada.
Los llamados Hooligans, nombrados así de manera genérica que se hicieron evidentes en Inglaterra hace ya más de 40 años, ahora ya son encontrados en todos los países. Recordemos inclusive como en España hace alrededor de un año, su violencia se expreso fuerte entre los fanáticos de equipos del mismo país pero de diferentes ciudades, causando la muerte de uno de ellos.
Es lamentable que un evento estrictamente deportivo, ya se esté convirtiendo en un enfrentamiento violento que lo estemos viendo como algo normal, siendo aquí donde surge la pregunta: ¿qué realmente está pasando para que se presenten este tipo de eventos, y que la sociedad en general ya esté acostumbrando a verlo?.
Esta violencia ha venido creciendo como una “bola de nieve”, tanto en Europa como en el resto del mundo, y es necesario que la sociedad ya globalizada encuentre los medios para que esto termine, pero no con mayor cantidad de policías o vigilancia, ya que entraríamos como creo que ya lo estamos, en una espiral de a mayor violencia mayor cantidad de policías; es necesario encontrar otras formas que hagan relucir la ética y la responsabilidad social.
Seguiremos platicando…
Autor: Antonio Tamayo Neyra
Fuente: http://www.responsabilidadsocial.mx/
- La COP29 acaba con un acuerdo de financiación climática de 300.000 millones de dólares que se queda corto - 27 noviembre, 2024
- El 59% de empresas globales sin plan de transición climática publicado - 27 noviembre, 2024
- Exposiciones naturales en Valencia o cine butanés en Madrid: estos son los planes ODS de la semana - 27 noviembre, 2024