Las universidades ecuatorianas y la RSE

Las universidades ecuatorianas y la RSE

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) plantea que no existe una definición totalmente aceptada a nivel internacional acerca de la RSE. Paradójicamente los países con mayor índice de pobreza y desigualdad económica son los más renuentes a la adopción de esta filosofía, que en todo momento es una filosofía de adopción voluntaria por parte del empresario. Posiblemente se trate de una coincidencia o tal vez existen factores que no debieran ser integrantes de una ética voluntaria, sino de preceptos que se divulgaran con mayor rigor en los planes de estudio, para que quizá a largo plazo, el sentido ético, humano y sostenible que caracteriza este concepto, logre mayores y mejores resultados que los alcanzados hasta el momento.

No obstante, a pesar de existir varias definiciones emitidas por organismos internacionales, predominan ciertos valores y coincidencias en común, como el sentido social (empleados, comunidad), el sentido de responsabilidad y transparencia, y desde luego, los valores éticos y el respeto por las personas y el medio ambiente. Ojalá el sentido ético, humano y sostenible que caracteriza este concepto, logre mayores y mejores resultados que los alcanzados hasta el momento.

La RSE es un modelo de gestión empresarial a través del cual las actividades de las empresas logran rendir su aporte para un mundo mejor generando beneficios para sí mismas. Las actividades de RSE se sustentan en la iniciativa y responsabilidad propia de las empresas y van más allá  del hecho de solamente cumplir las leyes. Se basa en tres pilares: la responsabilidad económica, social y ambiental, que visto en conjunto, corresponde a una auténtica perspectiva del bienestar social a favor de todos ciudadanos del Ecuador.  Esta política aparece refrendada en la constitución del 2008, en sus acápites ‘Derechos de la libertad’, Art.66, numeral 15: Desarrollo de actividades económicas equitativas, numeral 26: Acceso a la propiedad: Régimen de Desarrollo, Art. 278, numeral 2: producir, intercambiar y consumir bienes, Art. 355: Educación universitaria, que alienado a la política del Buen Vivir, en su  Objetivo 6, Política 6.5, Transformación de la educación superior y transferencia de conocimiento, Objetivo 4, Garantizar los derechos de la naturaleza y promover un ambiente sano y sustentable: Desarrollo sustentable con RS,  Cuidar la naturaleza: evitar conflictos. Objetivo 7: Construir y fortalecer espacios públicos, interculturales y de encuentro común: Participación igualitaria de la población con RS.

En este sentido, las universidades ecuatorianas juegan un papel estratégico en los actuales momentos, pues son estos centros de educación superior los llamados a crear y fomentar en sus estudiantes y docentes la conciencia social con justicia y equidad, entregando un valor agregado a la comunidad, más allá de lo netamente profesional. La Universidad de Otavalo, enclavada en el cantón del mismo nombre, provincia Imbabura, tiene dentro de sus carreras la de Administración de Empresas y Comercio Exterior y Finanzas, y desarrolla un pertinente programa de Responsabilidad Social y vinculación con la comunidad, gestionando en conjunto con sus proyectos de investigación y vinculación, su acercamiento a las comunidades, coadyuvando al cambio de la matriz productiva en el Ecuador, hecho que se tiene que dar con el acertado empleo del  talento humano y la innovación, para que paralelamente vaya unido al cambio de la matriz de pensamiento, respetando el desarrollo sostenible.

Por tanto, el desafío para la comunidad académica y científica consiste en poner en práctica los principios de Responsabilidad Social en las organizaciones, y que esta práctica se haga de una manera eficaz y eficiente cuando incluso la comprensión de lo que es la responsabilidad social puede variar de una organización a otra.

Por Lidia Diaz, directora de investigación de la Universidad de Otavalo
Fuente: http://ecuador.corresponsables.com/
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