Hernando Flórez promueve el empleo y el cuidado del medio ambiente en el corregimiento de Bayunaca, Bolívar, por medio de su empresa Ecoplanet S. I.

“Iniciamos como una granja de producción de cultivos limpios, cría de animales felices y, para aprovechar todo, empezamos con el uso de sus heces para la fertilización de suelos. Luego dimos paso a la recolección de residuos orgánicos de los mismos clientes a los que les vendíamos los cultivos. Al proyecto involucramos a madres cabeza de familia e instituciones.

Así nació la granja Innovación de Planta de Avilombricompostaje, inspirados en comunidades de España, que se reunían y criaban aves y lombrices con los residuos que ellos mismos generaban en sus hogares y comunidades.

En este contexto vimos que era posible hacerlo en Latinoamérica y nos aventuramos a enfrentar los retos. De ese modo, en el corregimiento de Bayunca, más cerca de Cartagena, empezamos a operar la primera planta de Avilombricompostaje en Colombia, la cual busca ser un referente de opciones responsables en el cuidado del medioambiente.

Además, promovemos subproductos como abono, hummus, carbón vegetal, fruto de poda y la venta de aves orgánicas criadas y alimentadas en libre pastoreo. La iniciativa se respalda con un enfoque educativo, promoviendo opciones a la región en torno al manejo responsable de los residuos.

Nuestro principal logro es que nuestra iniciativa ambiental se ha convertido en una Red Ambiental, en donde las diferentes comunidades, como empresas, instituciones y familias, se sienten parte de una dinámica que propende por el medioambiente, donde se promueve un cambio en las dinámicas del día a día, en las que llevamos años haciendo las cosas no tan bien.

Nos llena de alegría y satisfacción ver los rostros de motivación de las familias, niños, jóvenes, estudiantes y de las diferentes comunidades que se sienten felices por conocer una iniciativa que promueve impactos ambientales positivos y su motivación por ser parte de esta.

Enseñar a comer mejor, a comprar huevos limpios sin menos químicos y estrés de las aves, muchas enjauladas, es parte de nuestra evangelización, y lo más importante es esa generación de conocimiento gracias a la investigación en el campo de los procesos ambientales y seguridad alimentaria, propios de nuestro objeto social y de innovación, con el cual generamos más de 13 empleos directos y seis indirectos.

Este premio es una experiencia muy gratificante. El ser humano por naturaleza requiere una palmada en la espalda, y miles de veces en mi experiencia como líder de procesos la he dado, y hoy la vida me la retorna. Pero además es el respaldo de un equipo muy grande que cree en nosotros, en Ecoplanet y en mí, quienes ven una idea de responsabilidad social ambiental como un escenario de transformación ambiental. Nos alienta a seguir este proceso que ha sido difícil muchas veces, pero siempre muy gratificante.

Fuente: https://www.elespectador.com/