10 formas en que el cambio climático crea una emergencia sanitaria

10 formas en que el cambio climático crea una emergencia sanitaria

Científicos y expertos han resaltado que el aumento de las temperaturas y los eventos climáticos extremos, como inundaciones y sequías, junto con otras implicaciones del cambio climático, están propiciando condiciones propicias para la proliferación de enfermedades y agravando problemas de salud a nivel global.

Estas observaciones se alinean con los resultados recientes del informe anual del Lancet Countdown, que alerta sobre cómo el cambio climático crea una emergencia sanitaria para las vidas de miles de millones de personas. Enfatiza que, aunque nadie quedará exento de las consecuencias del cambio climático, aquellos que residen en países más desfavorecidos son particularmente vulnerables, subrayando la urgencia de adoptar medidas y acuerdos contundentes durante la cumbre climática en Dubái, COP28, de acuerdo con The Guardian.

A continuación, se detallan 10 maneras en que el cambio climático da lugar a una emergencia sanitaria…

10 formas en que el cambio climático crea una emergencia sanitaria

1. Inundaciones y enfermedades
A medida que la vida se vuelve menos tolerable para humanos, animales y plantas, se facilita la proliferación de organismos causantes de enfermedades. Más de la mitad de todas las enfermedades conocidas se han visto agravadas por la crisis climática. El calentamiento global aumenta la probabilidad de brotes de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, la disentería, la hepatitis A, el tifus y la polio.

Asimismo, el informe sobre cómo cambio climático crea una emergencia sanitaria señala que la destrucción de infraestructuras y la falta de saneamiento tras eventos climáticos extremos propician la propagación de estas enfermedades. En 2022, la Organización Mundial de la Salud informó que hubo el doble de casos de cólera en comparación con 2021. Países como Yemen y Líbano, que tenían el cólera bajo control, registraron brotes. Un ejemplo impactante fue el ciclón Freddy, que duró ocho semanas y afectó a cinco países africanos, especialmente a Malawi, ya lidiando con un brote mortal de cólera.

2. Cambio climático crea una emergencia sanitaria en el avance de mosquitos
Las temperaturas elevadas y las inundaciones desbloquean nuevos lugares donde prosperan los insectos portadores de enfermedades. Los mosquitos que transmiten los virus del dengue y la malaria, por ejemplo, tienen más lugares con agua estancada para poner sus huevos. Las condiciones climáticas extremas, como lluvias intensas y sequías, crean nuevos criaderos. El aumento de las temperaturas también acelera la tasa de picaduras de mosquitos y la eficacia con la que estos insectos propagan enfermedades.

Sudán experimentó su peor brote de dengue en 10 años en 2022 debido a fuertes lluvias. Bangladesh, aunque ya afectado por el dengue, registró su mayor brote, con casi 70 mil casos y 327 muertes entre enero y agosto de este año. Se teme que la enfermedad se esté propagando en el sur de Europa debido al clima cálido. Científicos advierten que más de 8 mil millones de personas podrían estar en riesgo de malaria y dengue para 2080.

3. Contacto humano-animal, otra forma en que el cambio climático crea una emergencia sanitaria
Muchas enfermedades existentes se vuelven más peligrosas, y nuevas enfermedades pueden surgir a medida que las personas se ven forzadas a áreas donde hay vida silvestre. Las zoonosis, enfermedades que se transmiten de animales a humanos, constituyen la mayoría de las nuevas enfermedades. El cambio climático facilita la circulación de enfermedades entre especies que antes no se encontraban. Se estima que las zoonosis son responsables de hasta 2.5 mil millones de casos de enfermedad humana y 2.7 millones de muertes humanas anuales, y que los animales han desempeñado un papel importante en casi todos los brotes importantes desde 1970.

4. Eventos climáticos severos
Aunque los gobiernos están mejorando en la preparación para eventos climáticos severos, el 90% de las muertes vinculadas a desastres climáticos desde 1970 ocurrieron en pequeñas naciones insulares y países en desarrollo en África, Asia y América del Sur. Inundaciones, sequías, huracanes e incendios forestales son cada vez más frecuentes, poniendo en riesgo a personas vulnerables.

En septiembre, la tormenta Daniel golpeó Libia, causando inundaciones catastróficas que se cobraron alrededor de 11 mil vidas. Desastres climáticos extremos mataron a más de 18 mil personas entre junio y principios de septiembre.

5. El aire que respiramos
La contaminación del aire exterior se ha vinculado a numerosos cánceres y enfermedades, causando más de 4 millones de muertes prematuras anuales en todo el mundo. Los patrones climáticos cambiantes empeoran esta situación al agregar más polvo y humo de incendios forestales a la mezcla. Los niños son especialmente propensos a enfermarse por la contaminación del aire. Cuando los investigadores escanearon los cerebros de casi 9,500 niños estadounidenses durante dos años, descubrieron que incluso pequeñas cantidades de exposición a la contaminación del aire cambiaban la forma en que se desarrollaban sus cerebros, especialmente en la región que controla las emociones.

También hay indicios de que la contaminación del aire puede aumentar la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2, y que la exposición a cuatro contaminantes comunes del aire podría hacer que las personas sean más propensas a enfermarse gravemente o morir a causa de complicaciones relacionadas con la diabetes.

6. El costo psicológico
La deterioración ambiental afecta los sistemas económicos y sociales que mantienen a la sociedad productiva y feliz, desencadenando una espiral descendente de dificultades psicológicas. La investigación sobre cómo el cambio climático crea una emergencia sanitaria muestra que incendios forestales, inundaciones y olas de calor pueden causar ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático en los meses siguientes al evento.

A largo plazo, muchos adultos son resilientes en tales crisis, pero los niños son más propensos a llevar estos efectos psicológicos a la adultez. La destrucción de cultivos durante eventos climáticos extremos puede llevar a una alimentación menos nutritiva para las generaciones más jóvenes, vinculada a condiciones psicológicas como ansiedad y depresión. Cuando las personas no pueden obtener la ayuda que necesitan, es posible que recurran a automedicarse con alcohol o drogas, lo que a su vez las hace más propensas a participar en comportamientos arriesgados (como el sexo sin protección) que podrían resultar en infecciones como el VIH o enfermedades que pueden surgir al pasar tiempo en lugares concurridos, como la tuberculosis.

En 2021, científicos que estudiaban la evidencia de un posible vínculo entre la exposición al calor y la salud mental encontraron un aumento del 2.2% en la mortalidad relacionada con la salud mental por cada grado Celsius de aumento de la temperatura.

7. Agua salada y embarazos peligrosos
El agua potable se está volviendo más salada debido al aumento del nivel del mar. Esto puede llevar a la hipertensión al ingerir demasiada sal, siendo peligroso especialmente para mujeres embarazadas. En el distrito de Dacope Upazila en Bangladesh, se encontró que las mujeres embarazadas estaban consumiendo hasta 15 g de sal al día solo a través del agua potable, triple la cantidad recomendada por la OMS. Otro estudio en la misma área descubrió una relación entre el agua potable salada y el desarrollo de hipertensión o preeclampsia. Casi una quinta parte de Bangladesh estará bajo el agua para 2050.

8. Inseguridad alimentaria
Las sequías y las inundaciones más frecuentes dificultan el cultivo de granos, frutas y verduras, afectando la disponibilidad de alimentos saludables. Los pequeños estados insulares en el Caribe, Atlántico, Pacífico e Índico sufren los peores efectos de la crisis debido a su dependencia de la importación de alimentos.

En estas islas, entre el 80% y el 95% de los alimentos en los supermercados se importan, y en el Caribe, hay algunas pruebas que sugieren que los almacenes y supermercados solo tienen un mes de stock disponible en cualquier momento. Hay pocas granjas comerciales en estas islas y la probabilidad de inundaciones y tormentas destructivas ha dificultado poner en marcha proyectos agrícolas. Los alimentos importados tienden a ser altamente procesados y más salados, dulces y menos saludables en general, lo que provoca altas tasas de enfermedades no transmisibles (ENT). Como resultado, las personas que viven en una de las 39 pequeñas naciones insulares tienen más probabilidades de morir a causa de una de las cuatro principales ENT: cáncer, diabetes, enfermedad cardíaca y enfermedad pulmonar.

9. Estrés del calor extremo
Las temperaturas abrasadoras de este año batieron récords en Europa, China y América del Norte. El calor es uno de los efectos más peligrosos de la crisis climática y la principal causa de muertes relacionadas con el clima en Estados Unidos. Una de las formas en que el cuerpo humano se mantiene fresco es sudando, pero hay límites para esta función. Cuando hace demasiado calor, la temperatura corporal aumenta más rápido de lo que puede enfriarse, menos sangre fluye hacia otros órganos y los riñones tienen que trabajar más.

En particular, las personas cuyos trabajos requieren largas horas de trabajo físico al aire libre enfrentan un mayor riesgo de enfermedad renal a medida que aumentan las temperaturas, según sugiere la investigación. Las instancias repetidas de estrés por calor pueden provocar daño permanente y enfermedad renal crónica.

En junio, The Guardian reveló cómo los jóvenes trabajadores migrantes regresaban a Nepal con enfermedad renal crónica después de trabajar en condiciones de calor extremo en el Golfo y Malasia. «Un factor destacado una y otra vez es el calor. Exposición prolongada al calor y deshidratación repetida», dijo Rishi Kumar Kafle, director del Centro Nacional de Riñones de Nepal. Para las personas que viven con enfermedades crónicas como la diabetes, los efectos del estrés por calor pueden comenzar mucho más rápido. Cuando hace calor, más personas con diabetes son ingresadas al hospital con niveles peligrosamente bajos de azúcar en la sangre.

10. Millones en desplazamientos humanos
Es difícil predecir exactamente cuántas personas estarán en movimiento debido a la crisis climática, pero es probable que los eventos climáticos extremos empeoren las condiciones para los más de 100 millones de personas desplazadas en todo el mundo. Muchas de estas personas se han visto obligadas a mudarse de país debido a conflictos y violencia, pero el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos, una ONG internacional, afirma que los desastres climáticos son un contribuyente significativo al aumento de personas desplazadas dentro de sus propios países.

Si nada cambia, la cantidad de personas que necesitarán ayuda humanitaria para recuperarse de inundaciones, tormentas y sequías podría duplicarse para 2050, según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Esto significa que más de 200 millones de personas necesitarán ayuda anualmente. El desplazamiento de millones de personas también significa viviendas hacinadas y a menudo insalubres. Por ejemplo, más de 900 mil refugiados Rohingya, una comunidad étnica y religiosa predominantemente musulmana que ha enfrentado persecución y violencia, viven en refugios improvisados en Bangladesh, a menudo construidos en terrenos inestables propensos a deslizamientos de tierra.

La respuesta frente a que el cambio climático crea una emergencia sanitaria es ahora
El último informe del Lancet Countdown envía un mensaje claro al mundo y a los lideres mundiales de la COP28, destaca de manera contundente el imperativo de una respuesta centrada en la salud en un mundo que enfrenta daños irreversibles debido al cambio climático. Los hallazgos de este informe, que rastrea la relación entre la salud y el cambio climático, subrayan la urgencia de tomar medidas concretas.

En este contexto, el informe sobre cómo el cambio climático crea una emergencia sanitaria destaca la oportunidad única que la COP presenta para acelerar una transición justa y comprometerse con acciones concretas. La acción climática audaz no solo es esencial para abordar la crisis climática, sino que también se presenta como un salvavidas para la salud global.

Es crucial abordar el cambio climático con acciones significativas para proteger la salud de las generaciones presentes y futuras. La colaboración global y medidas concretas son esenciales para enfrentar este desafío y construir un futuro más saludable y sostenible para todos. La evidencia científica y los informes alarmantes señalan que la ventana de oportunidad para revertir estos impactos se está cerrando rápidamente, haciendo que la acción inmediata sea más crucial que nunca. La comunidad internacional debe unirse para implementar políticas y prácticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, promuevan la resiliencia y protejan a las comunidades más vulnerables.

La COP28 es un foro crucial para tomar decisiones que no solo mitiguen los impactos del cambio climático, sino que también aborden sus consecuencias directas en la salud de las personas. El tiempo para la acción es ahora, y la comunidad global debe aprovechar esta oportunidad para forjar un futuro más saludable y sostenible para todos.

Fuente: https://www.expoknews.com/

Otras Fuentes
Categorias: Medio Ambiente, Noticias

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