Datos oficiales ilustran la magnitud de los problemas del agua en México: la falta de acceso al agua potable afecta a millones de personas, con apenas el 58% de la población teniendo agua diariamente en sus hogares. Además, la contaminación y las pérdidas en sistemas de distribución son algunos de los problemas del agua en México que requieren atención inmediata. Mientras que el cambio climático agrega una capa adicional de incertidumbre, generando escenarios complejos con sequías e inundaciones más frecuentes, como los ocurridos a principios de 2023.
Ante este panorama, la reunión de representantes de Agua Capital, del Consejo Consultivo del Agua y de la Red de Agua de la UNAM cobra especial relevancia. Su análisis y propuestas, reflejados en el estudio Perspectivas del Agua en México: propuestas hacia la seguridad hídrica, ofrecen un punto de partida clave para abordar los desafíos actuales y futuros en la gestión del agua en México, buscando soluciones integrales que promuevan un desarrollo sostenible a nivel económico y social.
Buscando la solución a los problemas del agua en México
En respuesta a la urgencia de abordar la crisis del agua en México, representantes clave de instituciones comprometidas con la gestión hídrica, así como diferentes medios de comunicación, se congregaron en una reunión trascendental a finales de noviembre de 2023. Entre los participantes destacaron:
- Raúl Rodríguez Márquez, Presidente del Consejo Consultivo del Agua
- Eduardo Vázquez Herrera, Director Ejecutivo de Agua Capital.
- Jorge Fuentes Martínez, Coordinador de Proyectos Consejo Consultivo del Agua.
La reunión sirvió como plataforma para analizar detenidamente los problemas del agua en México y sus repercusiones directas en el desarrollo sostenible. Es por ello que la presencia de Agua Capital, una entidad dedicada a la creación y fortalecimiento de fondos de agua para la conservación y gestión sostenible del recurso, resalta la importancia del sector privado en la búsqueda de soluciones colaborativas.
Por otro lado, la participación del Consejo Consultivo del Agua, entidad asesora del Gobierno Federal en temas hídricos, y de la Red de Agua de la UNAM, evidencian el compromiso de las instituciones académicas y gubernamentales en la búsqueda de respuestas fundamentadas y basadas en el conocimiento científico.
Desafíos nacionales en la gestión del agua
Los problemas del agua en México son variados, desde la desigual distribución hasta la ineficiencia en su uso. Asimismo, la eliminación de brechas en el acceso al agua y la satisfacción de requerimientos nutricionales y de salud para toda la población son retos agravados por prácticas ineficientes y contaminantes. Además, el manejo y conservación de los recursos hídricos se han vuelto determinantes para el desarrollo sostenible, impactando prioridades como salud, derechos humanos, equidad, ambiente, seguridad alimentaria y economía.
De igual manera, las tendencias actuales generan un escenario desafiante:
- Expansión urbana acelerada: Las áreas metropolitanas se expanden más allá de las fronteras geopolíticas, desafiando la garantía de acceso al agua y saneamiento básico en zonas rurales.
- Escasez creciente en zonas áridas: El cambio climático intensifica la escasez de agua en regiones de rápido crecimiento.
- Dependencia en acuíferos sobreexplotados: La necesidad futura de ciudades e industrias provoca una mayor explotación de acuíferos, muchos de los cuales ya están sobreexplotados.
- Aumento de la contaminación del agua: Diversas actividades contribuyen al incremento de la contaminación, afectando la calidad del recurso.
- Competencia creciente por el agua: La mayor demanda genera conflictos asociados con el uso del agua.
- Riesgo y vulnerabilidad ante fenómenos extremos: La frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos aumenta, incrementando el riesgo y la vulnerabilidad.
A pesar de algunos logros, persisten desafíos estructurales, como la falta de información confiable, la necesidad de fortalecer el Registro Público de Derechos de Agua, la escasa integración entre la gestión hídrica y costera, y la complejidad en la construcción de infraestructura. Por lo que se requieren enfoques estratégicos a largo plazo. Estas consideraciones son esenciales para transformar la gestión del agua en un impulsor real del bienestar, el desarrollo y la cooperación entre distintos niveles de gobierno en México.
¿Qué se propone?
El cumplimiento de las demandas crecientes de este vital recurso en un contexto de estrés hídrico impone retos técnicos, institucionales y financieros. Por lo que, desde la voz de los expertos en el tema, para abordar los problemas del agua en México de manera integral, se propone:
- Gestionar la oferta y la demanda: Incrementar la eficiencia y mejorar la infraestructura, asegurando la sostenibilidad de las fuentes de abasto y promoviendo la circularidad.
- Garantizar la sostenibilidad financiera: Formalizar el financiamiento público y privado, adaptando las leyes y revisando las estructuras de las instituciones para destinar ingresos a programas específicos de gestión del agua.
- Autosuficiencia financiera: Establecer mecanismos para favorecer la autosuficiencia financiera de organismos operadores y sistemas comunitarios.
- Acceso a la información y transparencia: Diseñar una nueva arquitectura de la información para generar, procesar y difundir datos de manera transparente. Así como introducir instrumentos de evaluación del desempeño.
- Resolución de conflictos: Estudiar los factores que llevan a la falla de mecanismos actuales de conciliación y arbitraje. Esto para resolver conflictos de manera no violenta, considerando un modelo de hidrodiplomacia y evitando la judicialización.
- Construir capacidades e impulsar la innovación: Desarrollar un programa permanente para el desarrollo de capacidades en profesionales y técnicos del sector, involucrando instituciones líderes en investigación hídrica del país.
En el horizonte desafiante de la gestión hídrica en México, la adopción de estrategias integrales se presenta como la clave para garantizar un acceso sostenible al agua y salvaguardar la salud de los ecosistemas y la población. Asimismo, la visión de largo plazo debe ir más allá de la construcción de infraestructura, abrazando la innovación, la capacitación continua y el compromiso social.
El cumplimiento de los retos planteados no solo preserva un recurso vital, sino que establece las bases para un desarrollo sostenible, equitativo y resiliente ante los desafíos futuros. La tarea es monumental, pero la acción coordinada y decidida puede convertir estos desafíos en oportunidades para un futuro hídrico más prometedor en México.
Fuente: https://www.expoknews.com/
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