Durante la Semana del Clima de Nueva York, The Change Climate Project (TCCP) lanzó la versión 2025 de su certificación estándar y estrenó La Nueva Etiqueta Climática «The Climate Label«. La evolución del programa de certificación de acción climática establecido de la organización sin fines de lucro, Climate Neutral Certified.
En los últimos años el mercado se ha transformado. Las nuevas generaciones de consumidores activos económicamente ven con claridad que urge proteger la naturaleza. Las generaciones jóvenes son conscientes de que para una vida más saludable, sus hábitos de consumo tienen que ser diferentes a los del pasado y reflejan el deseo de que las marcas también pongan su grano de arena a la causa del cambio climático.
Los Gen Z son cada vez más hábiles para identificar el greenwashing. Y la Responsabilidad Social Empresarial demanda la transparencia sobre los esfuerzos de las corporaciones en materia de sostenibilidad es clave para ganarse su confianza.
Este programa de certificación tiene como objetivo generar miles de millones de dólares para la transición a cero emisiones netas, aprovechando el poder de las preferencias de los consumidores. Pero ¿qué es la nueva etiqueta climática y cómo presionará la RSE de las empresas? ¡Entérate!
¿Qué es la etiqueta climática?
La Etiqueta climática es un modelo de análisis y certificación para que las empresas comprueben y demuestren sus acciones en materia de reducción de emisiones. En este modelo se promueve una centralización de financiación hacia la importancia de crear una transición real hacia el cuidado del medio ambiente. Siendo los objetivos prioritarios las cero emisiones.
Se les pide que establezcan un presupuesto basado en las emisiones anuales totales y dediquen ese presupuesto a soluciones climáticas. La tarifa y el presupuesto de carbono garantizan que cada empresa certificada esté destinando dinero a la transición hacia una economía baja en carbono en un nivel que coincida con la escala de su negocio.
Esta etiqueta fomenta la confianza en las empresas certificadas. Éstas deben divulgar, además de sus emisiones anuales de GEI, detalles sobre sus planes de reducción, el gasto en transición y la financiación de créditos de carbono y otros instrumentos basados en el mercado.´
Las empresas certificadas pueden utilizar la Etiqueta Climática en su marketing para indicar que sus iniciativas climáticas han sido validadas por terceros.
Adopta un enfoque más inclusivo en materia de financiación climática, al establecer la necesidad de realizar inversiones tanto dentro como fuera de las operaciones y la cadena de suministro de la empresa.
No ha sido la primera vez que expertos analizan y concluyen que la mayoría de los objetivos climáticos corporativos aún no cuentan con el respaldo de la financiación necesaria para alcanzarlos. Mientras tanto, la gente sigue teniendo dificultades para distinguir entre una acción climática corporativa honesta y un lavado de imagen ecológico. Por ello el Director Ejecutivo y Cofundador de TCCP ha afirmado que:
“Estamos seguros de que la Norma actualizada aportará los avances y la claridad que tanto necesita el movimiento climático corporativo”. Austin Whitman , Director Ejecutivo y Cofundador de TCCP.
Ante los ojos del consumidor la Etiqueta ecológica que se expida siguiendo los reglamentos establecidos da garantías de que el producto o servicio fue objeto de una inspección técnica independiente y de que, por tanto, cumple todas las normas sobre conservación de la naturaleza. E
El otorgamiento de la etiqueta ecológica suele quedar en manos de órganos gubernamentales, asociaciones de consumidores, entidades patronales u otras organizaciones no gubernamentales.
La presión de RSE para las empresas
Este enfoque eleva el nivel de exigencia de las declaraciones climáticas al centrarse en una pregunta importante: ¿Esta certificación presionará la RSE de las empresas? Según datos de Sustainable Brands, se preve que la aplicación de esta acelere la inversión climática corporativa a una escala y un ritmo acordes con la urgencia de la crisis climática.
Esta acción corporativa puede abordar las brechas persistentes en la financiación climática. Entre más empresas establecen una tarifa interna al carbono y financien proyectos de reducción de emisiones más se acercarán al cumplimiento de todos los puntos establecidos para una total Responsabilidad Social Empresarial. Esto permite evaluar el progreso y las prioridades de reducción de emisiones de una empresa certificada en toda su cadena de valor.
No obstante, no es nueva la idea de obtener certificaciones que avalen las acciones en reducción de emisiones. Entre los propietarios de marcas se extiende la costumbre de emplear las marcas de certificación, etiquetas y emblemas para realzar la naturaleza inocua de sus mercancías y, así, acrecentar la cuota de mercado.
En Australia, por ejemplo, la etiqueta Greenhouse Friendly™ es una marca de certificación que compete al Ministerio del Cambio Climático y que éste otorga exclusivamente a aquellos productos y servicios que cumplen un estricto trámite de inspección y certificación
Sin embargo, en el caso de la Etiqueta Climática, líderes en materia de clima y sostenibilidad de ONG y empresas, junto con consumidores, aportaron más de mil comentarios sobre las versiones sucesivas de la Norma 2025 y la etiqueta actualizada.
En este sentido, esta iniciativa alienta a las empresas a utilizar los presupuestos para apoyar la promoción, la formulación de políticas, la educación y la justicia climática para las comunidades que soportan una carga injusta, lo que resulta intrínsecamente en un enfoque con RSE.
La etiqueta climática y la norma actualizada comenzarán a reemplazar la marca Climate Neutral Certified a principios de 2025.
Fuente: https://www.expoknews.com/
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