Las condiciones meteorológicas extremas y el cambio climático amenazan a toda la región, “desde las alturas de los picos andinos hasta las islas bajas y las poderosas cuencas fluviales”, afirma el estudio Estado del clima en América Latina y el Caribe 2020.
De acuerdo con UN News, el aumento de las temperaturas, el cambio de los patrones de lluvia, las tormentas y el retroceso de los glaciares han tenido un profundo impacto en la salud y la seguridad humana, la alimentación, el agua, la seguridad energética y el medio ambiente.
“América Latina y el Caribe (ALC) es una de las regiones más afectadas por los fenómenos hidrometeorológicos extremos”, afirmó el Secretario General de la OMM, el profesor Petteri Taalas, en una declaración con motivo de la publicación del documento.
Cambio climático en Latinoamérica: Repercusiones
El Sr. Taalas señaló que las repercusiones incluyen “la escasez de agua y energía, las pérdidas agrícolas, los desplazamientos y el compromiso de la salud y la seguridad, todo ello agravado por la pandemia de COVID-19”.
En el documento también se plantea la preocupación por los incendios y la pérdida de bosques. Casi la mitad de la superficie de la región de América Latina y el Caribe está cubierta por bosques, que representan alrededor del 57% de los bosques primarios que quedan en el mundo y almacenan unas 104 gigatoneladas de carbono.
Experimentando el calor
El año 2020 fue uno de los tres más cálidos en Centroamérica y el Caribe, y el segundo más cálido en Sudamérica. Las temperaturas máximas en algunas estaciones mostraron valores récord con temperaturas de hasta 10 °C por encima de lo normal.
La sequía generalizada en toda América Latina y el Caribe tuvo importantes repercusiones, como la bajada del nivel de los ríos, señala el informe, lo que ha dificultado las rutas de navegación interior y ha reducido el rendimiento de las cosechas y la producción de alimentos, lo que ha agravado la inseguridad alimentaria en muchas zonas.
La pérdida de bosques es un importante factor que contribuye al cambio climático debido a la liberación de dióxido de carbono, advierte el estudio: entre 2000 y 2016 se perdieron casi 55 millones de hectáreas de bosque, lo que constituye más del 91% de las pérdidas forestales en todo el mundo.
El aumento de la tasa de incendios forestales en 2020 causó daños irreversibles en los ecosistemas, incluyendo impactos adversos en los servicios vitales de los mismos y en los medios de vida que dependen de ellos. Aunque sigue siendo un sumidero neto de carbono, la región amazónica está al borde de convertirse en una fuente neta si la pérdida de bosques continúa al ritmo actual.
Marea creciente
En 2020, la temperatura de la superficie del mar en el Caribe alcanzó un récord, y el informe muestra cómo la vida marina, los ecosistemas costeros así como las comunidades humanas que dependen de ellos se enfrentan a crecientes amenazas por la acidificación y el calor de los océanos al igual que el aumento del nivel del mar.
En América Latina y el Caribe, más del 27% de la población vive en zonas costeras, y se calcula que entre el 6 y el 8% vive en zonas con un riesgo alto o muy alto de verse afectadas por peligros costeros.
Los glaciares han estado retrocediendo durante las últimas décadas, y la pérdida de masa de hielo se ha acelerado desde 2010 como resultado del cambio climático en Latinoamérica. Esto va en consonancia con un aumento de las temperaturas estacionales y anuales así como una reducción significativa de las precipitaciones anuales en la región.
Si deseas ver el estudio completo puedes dar click aquí.
Fuente: https://www.expoknews.com/