Doce recomendaciones para que los ciudadanos sean el motor del consumo sostenible

Doce recomendaciones para que los ciudadanos sean el motor del consumo sostenible

El estudio «Otro consumo para un futuro mejor» es resultado de un proyecto de colaboración entre la Organización de consumidores y Usuarios (OCU) y el Foro de Nueva Economía e Innovación Social (NESI), para analizar rigurosamente la contribución de las “nuevas economías al servicio de las personas y el planeta” al consumo sostenible.

En este estudio de OCU y NESI se constata que el 73.5% de los ciudadanos españoles ya toma habitualmente decisiones de consumo por motivos éticos o de sostenibilidad. Gran parte de estos ciudadanos son conscientes de que su consumo es una herramienta con mucho potencial para cambiar el mundo, siendo necesaria una economía más humana.

¿Cuáles son las 12 recomendaciones que deben seguir los consumidores?

A partir de las conclusiones del estudio y de las aportaciones de los consumidores que han participado en él, se presenta una serie de recomendaciones que guían a los consumidores en ser el motor del consumo sostenible. Tomemos nota:

1) Actúa en consecuencia con tus valores. No basta con quejarse: el consumo es una gran oportunidad para vivir de manera más acorde con nuestras convicciones y adoptar acciones concretas para ser parte activa del cambio.

2) Reduce el consumo de aquello que realmente no necesites. Planificar nuestras compras, evitar aquellas compulsivas y distinguir lo que nos hace falta de lo que no, nos hace menos vulnerables al bombardeo publicitario que nos empuja al hiperconsumismo, además de ahorrarnos mucho dinero.

2) Infórmate sobre el impacto social y medioambiental de los productos y favorece a las empresas que son transparentes sobre sus impactos. Aunque no es fácil obtener información sobre todos y cada uno de los pro- ductos que consumimos, cultivar un espíritu crítico nos permitirá mejorar el mundo desde nuestro consumo.

4) Premia a quien comparte tus valores y penaliza a aquellos cuyos actos te generan indignación. Tenemos más poder del que pensamos como consumidores y promover entre nuestros amigos o en redes sociales los productos de una empresa que valoramos o deplorar los de quienes no hacen las cosas correctamente es una forma eficaz de incentivar cambios.

5) “Del producto al servicio” y de la “posesión al uso”. Cada vez es menos necesario adquirir algo para disfrutar de ello cuando lo necesitemos. Muchas propuestas nos permiten alquilar, compartir o intercambiar productos; iniciativas que contribuyen a un nuevo paradigma en cuanto a nuestra manera de consumir.

6) Recuerda que hay alternativas de consumo local para regenerar el tejido económico ysocial de tu municipio: Privilegiar los productos locales y de Km cero o comprar en mercados, tiendas de proximidad y grupos de consumo son buenas formas de potenciar el tejido económico de nuestras ciudades y barrios.

7) Que tu alimentación sea parte de la solución. Podemos procurar reducir el desperdicio alimentario, evitar los productos sobre envasados, intentar ir a comprar al lado de casa para no tener que coger el coche, elegir productos de cercanía y de temporada producidos de manera sostenible o limitar el consumo de carne y preferirla de procedencia ecológica, entre otras medidas.

8) Muévete de manera sostenible. Para traslados cortos, podemos andar o ir en bicicleta. Para medias distancias, utilizar siempre que podamos el transporte público. Y para trayectos de largo recorrido, las mejores opciones son el tren, el autobús o el coche si va lleno, para lo que puedes intentar compartir trayecto con amigos o desconocidos a través de plataformas online. El avión y sus altas emisiones, en cambio, contribuyen fuertemente al cambio climático.

9) Además de consumidor puedes ser productor. Y empezar a cultivar tus propios alimentos o fabricar los productos que necesitas por ti mismo o con el apoyo de organizaciones como los Fab Labs, prácticas que contribuyen a involucrarnos en el proceso productivo y tomar decisiones más informadas.

10) Súmate a la moda ética y sostenible. Disminuir las compras impulsivas y no necesarias, comprar “moda sostenible”, segunda mano, intercambiar prendas en reuniones con amistades, donar aquello que ya no nos vamos a poner para darle una segunda vida, reparar e incluso customizar a nuestro gusto prendas deterioradas, son opciones que están en nuestra mano.

11) Ya es posible conseguir que tu dinero siga a tus valores. La oferta de finanzas éticas ha crecido en los últimos años en España por lo que resulta sencillo explorar la posibilidad de empezar a trabajar con algunas de sus entidades de referencia como por ejemplo Triodos Bank, Fiare, Coop 57, etc., así como financiar proyectos éticos a través de crowdfunding social como la Bolsa Social, Goteo, etc.

12) El ocio y turismo son buenas oportunidades para vivir según los valores y principios en los que creemos. Mediante una amplia oferta de actividades de ocio que contribuyen a nuestro desarrollo personal y respetan al medio ambiente. Además, podemos dejar de consumir productos turísticos y de ocio con impactos negativos en el entorno.

Fuente: https://diarioresponsable.com

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