En un importante intento por reciclar y disminuir la afectación ambiental, una asociación en Noord, al norte de Holanda comenzó la campaña Wasted y la alcaldía se sumó al proyecto.

Los negocios locales en Ámsterdam están cambiando las monedas metálicas por monedas de plástico.

En un esfuerzo por reciclar y disminuir el impacto ambiental, una asociación de vecinos de la colonia Noord, al norte de la capital holandesa, comenzó con la campaña Wasted (“desperdiciado”) y la alcaldía se sumó al proyecto.

El funcionamiento es muy sencillo: los ciudadanos llevan el plástico al laboratorio de la asociación, donde se procesa y se convierte en cubos que podrán servir para fabricar mobiliario.

A cambio de su plástico, unos días después los vecinos reciben en su casa un paquete con monedas de plástico color verde que servirá para obtener descuentos o comprar en distintas tiendas del vecindario.

El proyecto aún es pequeño, pero hasta el momento ya se han recolectado más de 15 toneladas, se han unido 680 vecinos y casi 30 negocios, entre los que destacan lugares de masajes, panaderías, tiendas de ropa, librerías y tiendas de conveniencia, forman parte del programa.

La idea, además de reducir la contaminación, busca cambiar los hábitos de consumo de las personas para reducir el consumo de plástico en la vida diaria.